Diario de un Centenials.
Por: Consuelo Araujo.
Existen muchas circunstancias que marcan el destino y rumbo de nuestra vida, donde cada uno de nosotros es libre de elegir alguna de ellas. Una decisión muy importante, es la que se presenta en el momento que eliges a que te quieras dedicar el resto de tus días. Es algo que se necesita analizar de manera personal, consciente y sobre todo tiene que orientarte hacia tu verdadera vocación, es decir, lo que realmente disfrutas y amas hacer. Por ello, hablaré de una de las profesiones que muchos de nuestros conocidos, familiares y amigos, se han inclinado por elegir en su pasado, presente y futuro: la docencia.
Creo que la gran mayoría, nos hemos cruzado en algún momento de nuestra vida con algún maestro, del cual hemos necesitado de su sabiduría, orientación y sobre todo su cariño para transmitirnos sus conocimientos sobre algún tema en específico. Existen de todo tipo de maestros: regañones, cariñosos, exigentes, flexibles, pacientes, desesperados, divertidos, serios, alegres, etc. que hacen de sus clases un templo del saber para ofrecer lo mejor a sus alumnos en cada una de las situaciones de aprendizaje.
Sin embargo, yo que me estoy formando como futura educadora, he sido testigo de la desvalorización que se ha ido presentando hacia la profesión docente a lo largo del tiempo y que tiene que ver respecto relevancia social. Uno de los malestares que se han venido presentando para propiciar que se pierda el valor en los maestros es por la demasiada injerencia de los padres en su actividad laboral, los bajos salarios, la incertidumbre en el ingresoal sistema docente, horarios de trabajo demasiado extensos (tomando de referencia el trabajo que realizan desde casa), sobrecarga administrativa, malas condiciones laborales, constante evolución de reformas educativas, programas poco flexibles, y un sinfín más.
Cada año se han venido presentando dichas situaciones, que provocan que muchos jóvenes no se inclinen por elegir esta noble y bella profesión, ya que, por el simple hecho de escuchar un comentario negativo de alguien cercano provoca que descarten la opción de poder llegar a ejercerla y opten por elegir en muchas ocasiones aquellas que les ofrezcan una mejor compensación económica.
En efecto, los maestros han vivido cambios negativos a lo largo del tiempo, pero de lo contrario, para muchos de ellos existen acciones que hacen que su trabajo valga la pena y continúan esforzándose por ser mejores. Una de las cosas más gratificantes que te da esta profesión, es el cariño de los niños, que son los seres más sinceros y nobles que te demuestran el aprecio que te tienen; la alegría de ver a tus alumnos aprender a leer y escribir; el reconocimiento de padres de familia; la dicha de enseñar y observar cómo despiertas el interés de los niños por aprender, etc.
Existen muchas experiencias que no te las puede dar ninguna otra profesión y que son la principal motivaciónpara que continúenadelante a pesar de la adversidad. La docencia implica pasión, humanidad, entrega y compromiso con lo que se está enseñando y a quien se está enseñando. Por lo que mi estimado, te invito a que no desprestigiemos esta noble labor,para que como en tiempos anteriores se valore más el trabajo docentey sea reconocida como una de las profesiones que forma a buenos ciudadanos para el futuro.