CHOQUE DE TRIBUS EN MORENA

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AL DESNUDO

Por: Édgar Rodríguez H.

Lo sucedido el pasado domingo en Colima durante las dos asambleas distritales de Morena estaba cantado. Igual que en los otros estados en donde se celebraron fueron simple y sencillamente el reflejo de lo que ha venido sucediendo en la mayoría, incluso, sin contar las del pasado 27 de octubre, el 60 por ciento de las asambleas distritales habían sido impugnadas.

A Colima le tocó el turno con dos distritos; uno en Manzanillo y otro en Colima, en ambos hubo enfrentamientos protagonizados por el choque de tribus morenistas. Los presuntos acuerdos a los que se había llegado para celebrar las asambleas fueron como los llamados a misa, nadie los respetó y en Manzanillo de plano fue suspendida por la beligerancia y cruce de golpes entre los participantes entre los que se presumió la injerencia de gente del ayuntamiento porteño.

En Colima entre gritos y jaloneos la asamblea distrital se llevó a cabo, pese a la inconformidad del dirigente estatal de Morena Sergio Jiménez Bojado, a quien de plano se lo chamaqueron al pensar ingenuamente que los acuerdos previos se respetarían y la asamblea se efectuaría siempre y cuando se registraran al menos 103 integrantes del distrito, que al final del día nunca se juntaron.

Hasta el momento de nada ha servido el estado de alerta asumido por la dirigencia de Morena ante la conflictividad que se ha presentado continuamente en sus asambleas para la renovación de su dirigencia nacional. La lucha por el poder al interior del partido que alberga a diferentes corrientes o tribus, principalmente perredistas, impide que se elija democrática y civilizadamente a sus consejeros distritales y estatales. Se habla de unidad al interior de Morena cuando es lo que menos tiene.

Pero la división que hoy todos pueden ver manifiesta en cada una de las asambleas morenistas no es nueva, su antigüedad tiene el mismo tiempo que el nacimiento de Morena en 2014 cuando obtuvo su registro como partido, sólo que bajo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador en ese momento todos se alinearon y no fue visible.

Pero una vez alcanzada la Presidencia de la República y la mayoría de las curules en los congresos federales y locales, las cosas tomaron otro rumbo y hoy por hoy la presidenta interina nacional del partido Yeidckol Polevnsky no tiene un control real del partido, las diversas corrientes al interior simple y sencillamente hacen los que mejor les conviene viendo por sus propios intereses.

Quienes buscan a toda costa apoderarse de Morena, parece no quedarles claro que en las pasadas elecciones la verdadera fortaleza de Morena fue Andrés Manuel López Obrador. Bastaría recordar que los votos alcanzados en 2006 y 2012 por el tabasqueño bajo las siglas del PRD son un claro reflejo de su capacidad de atracción, y ya para 2018 sin perder ese carisma y sumado exponencialmente el hartazgo de la gente hacia partidos como el PRI, PAN y PRD, principalmente, logra finalmente el triunfo.

Pero hoy las cosas son diferentes, incluso Morena no tarda, sino es que ya, en pasar a formar parte de la lista de partidos que la gente rechaza por las constantes pugnas entre quienes pretenden quedarse con sus riendas, no en vano el propio presidente López Obrador en una de sus conferencias mañanera advirtió que si Morena se “echa a perder” no solo renunciaría a su militancia, sino que también pedirá que le cambien el nombre al partido.

“Si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echara a perder, no solo renunciaría a él; me gustaría que le cambiaran de nombre porque ese nombre nos dio la oportunidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país, entonces no se debe manchar ese nombre”. Si su palabra es ley, como van las cosas producto de las asambleas realizadas hasta el momento, el presidente ya debería ir pensando el nombre que le pondrá al nuevo partido.

Y es que en MORENA la división de grupos internos y la división de grupos en Congresos Federales y locales es muy clara, las acusaciones entre los bandos se van haciendo cada día más frecuentes para favorecer a cada uno de los aspirantes como Mario Delgado, Bertha Luján, Alejandro Rojas Durán y la actual presidenta interina de Morena, Yeidckol Polevnsky. 

Se dice que…

* Morena con apenas 5 años como partido político corre el riesgo de desaparecer, sino en los hechos, si en el ánimo de los electores; su principal problema es que es un reciclado de partidos políticos creado con experredistas, expanistas, expriistas, expetistas, etcétera. Por ello no hay que desestimar que a su proceso interno arribe totalmente desquebrajado.

*La superdelegada del gobierno federal, Indira Vizcaíno Silva, una vez más volvió a ser blanco de las acusaciones de quien ya se convirtió en su archienemiga, la diputada federal de Morena, Claudia Yáñez Centeno, quien dispuesta está a no dejarle pasar una. En esta ocasión señalada por un presunto acarreo de votos en las dos asambleas realizadas en Colima.