Caos urbano

0

Diario de un Centenials.

Por: Consuelo Araujo.

Este 2020 podríamos imaginarlo como una caja de sorpresas, donde cada mes no tenemos la certeza de que nos espera. Sin embargo,  no cabe duda, que  nosotros los mexicanos siempre se nos ha caracterizado por el buen humor ante cualquier situación (buena o mala) que nos depare la vida. Siempre tratamos de ver el lado positivo a las cosas y no dejamos que el estrés y la amargura tome el volante de nuestras vidas. Por lo anterior, no me refiero a que esto sea algo malo pero, en ocasiones tomamos a la ligera situaciones de tristeza que le pasan a los demás.

El pasado viernes 31 de julio alrededor de las 17:30 horas las cámaras de seguridad de una unidad tipo combi en el Estado de México, captaron el momento exacto de un asalto en el que dos hombres intentan robar a los pasajeros. Dicho acto causó tanta controversia a nivel nacional, que es muy mencionado tanto por conocidos y en redes sociales a modo de risa, ya que existen canciones, imágenes (memes), comentarios de burla, respecto a lo sucedido.

El acto nos refleja aspectos de la sociedad actual; un ejemplo de ello es en primer lugar, el ladrón, a quien claramente no le aplaudo ni defiendo por la acción que cometió, pero si nos demuestra las grandes necesidades que viven muchas familias mexicanas para poder llevar un plato a la mesa teniendo que recurrir al robo de cosas ajenas, la ausencia de valores como el de la honestidad, o simplemente, la  avaricia de querer poseer cosas por puro placer y maldad sin el esfuerzo para conseguirlas.

En segundo lugar, están las personas que se encontraban dentro de la combi, quienes golpearon y humillaron de manera cruel al ladrón. Ellos demuestran  a todas aquellas personas que juzgan y pisotean la dignidad de las demás personas, olvidando que somos seres humanos que tenemos un valor y los mismos derechos igual que todos, aunque seas rico, pobre, bueno, malo, joven, adulto o incluso un ladrón. Creo firmemente que en la medida de cómo  tratas a los demás, en algún  momento de tu vida se devuelve, tú sabes si eso te da alegría o miedo.

Ahora mi querido lector, valdría la pena que te cuestiones ¿quién actuó mejor? ¿quién actuó peor? Quizá existan posturas y respuestas diferentes, pero creo que en ambos casos encontramos puntos negativos y sería difícil estar a favor de uno. Por ello, aprendamos a ser honestos y menos ambiciosos, a juzgar menos, cuidando la dignidad de nuestros semejantes: sentir con templanza, pensar con prudencia y actuar con fortaleza.