LAS ANDANZAS DE PICO
Por: Édgar Rodríguez H.
El chantaje, la traición y el oportunismo políticos han caracterizado el comportamiento del diputado federal Francisco Zepeda González alias “Pico Zepeda”, conductas que aprendió hasta convertírseles en hábitos, en la Federación de Estudiantes de Colima que hace ya muchos años presidió.
Cuando en 2006 hizo hasta lo imposible, berrinche incluido, para imponérsele al PRI como candidato a presidente municipal de Manzanillo para el trienio 2006-2009, nominación que recayó en Alejandro Meillón Galindo, “Pico Zepeda” no sólo adoptó una postura de brazos caídos en la campaña, sino que respaldó con “su” gente al abanderado del PAN, Virgilio Mendosa Amezcua, sabiéndose seguro en el cabildo al ocupar una posición de privilegio, de acceso garantizado, en la lista de candidatos a regidores. Como ganara o perdiera Alejandro, él de cualquier forma llegaría al Cabildo, se la cobró ayudándole a perder.
Tres años después, ya en abierta alianza con Nabor Ochoa López que antes había sido soterrada, Picó forzó situaciones doblegando la voluntad del extinto gobernador Silverio Cavazos Ceballos para lograr la nominación como candidato a diputado local, dejando a la vera del camino a otros cuadros tricolores con más méritos, incluido el de la lealtad a toda prueba.
En el 2012, Zepeda González volvió a presionar a su partido para imponérsele como candidato a alcalde del Puerto, posición que le “catafixiaron” por la candidatura a la diputación por el Segundo Distrito Federal Electoral. Como la decisión primera no le gustó, mandó a sus activistas a respaldar al panista Virgilio Mendosa Amezcua, dejando a su suerte a su compañera de partido Armida Núñez. Esta su más reciente traición forma parte ya de la truculenta historia política de Manzanillo. Agradecido y generoso, Virgilio les dio chamaba en su administración a entre 40 y 50 activistas piquistas que desde el 15 de octubre de 2012 comen con manteca y acumulan energías para volverse a poner del lado del mejor postor en la contienda electoral de 2015.
Como Francisco Zepeda González no será el candidato del PRI a presidente municipal de Manzanillo en 2015 a pesar del presunto apoyo que le está dando Nabor, nuevamente estará con Virgilio ayudándole a sacar avante a su virtual candidata a sucederlo en el cargo, la diputada local Gabriela Benavides Cobos, sabedor de que ella le mantendría a su gente en la nómina municipal, incluida la del organismo operador de agua CAPDAM.
El cuento chino de que Nabor Ochoa López será el próximo gobernador del estado, Virgilio Mendosa Amezcua el diputado por el Segundo Distrito Electoral Federal y Francisco Zepeda González el siguiente alcalde porteño, no lo creen ni sus inventores, mucho menos los muy politizados manzanillenses que, como lo acreditaron en los comicios de 2012, no se chupan ya el dedo, y hartos están de tanto circo, maroma y malabarismo de sus caudillos de pacotilla.
Así el escenario, pareciera que Gabriela Benavides Cobos tiene franqueado el camino a la alcaldía de Manzanillo, pero su impolítica actitud hacia el pilar indiscutible del panismo porteño que es Martha Leticia Sosa Govea, a quien le negó el respaldo que en tiempo y forma le solicitó para convertirse en la próxima dirigente estatal del PAN, puede abortarle la que ve como segura nominación a presidenta municipal, pues los sosistas se la van a cobrar llegados los tiempos de la elección interna. Además, de lograr la candidatura, tendría que vencer a los priistas-priistas de Manzanillo que ni mancos ni tullidos están.
SE DICE QUE…
Como era de esperarse, los diputados priistas y sus aliados incondicionales le pusieron a las candidaturas independientes más candados que a la puerta negra de la popular canción.
Una cosa es cierta: los dueños de negocio no van a permitir así como así la libre competencia político-electoral.
Por su propio bien, Nicolás Contreras regidor debe serenarse. Se logra más con miel que con hiel. Una buena toma en ayunas de pasiflora le ayudaría a recuperar la ecuanimidad perdida.