AÑO NUEVO, CUANDO EL TIEMPO COMIENZA

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Por José Díaz Madrigal

Un año es el tiempo que tarda la tierra en dar una vuelta alrededor del Sol en 365 días. En la actualidad el año inicia el primero de Enero, pero no siempre fue tal cual. Hubo una época sobre todo en el imperio romano (calendario romano) en que el año principiaba en el mes de Marzo -de Marte dios de la guerra- que era el mes de la primavera, cuando se preparaban las campañas militares del año, para la conquista de nuevos territorios.En el calendario Juliano original, que sustituyó al romano, que fue introducido por el emperador Julio César pocos años antes del nacimiento de Cristo; se cambió el inicio del año para el mes de Enero. El Juliano modificado estuvo vigente por más de 1600 años, hasta que fue restituido gradualmente por el calendario Gregoriano, ordenado por el papa Gregorio XIII en 1582 y es el que actualmente nos rige, es decir, con este calendario tenemos arribita de 400 años utilizándolo. Gregorio XIII restauró el 1° de Enero como el arranque del año.La decisión de que el mes de Enero fuera el primero del año, se debe a una fiesta pagana en Roma. Para los antiguos romanos, Enero era valioso porque era el mes consagrado a Jano (en latín Januarios, esta palabra pasó al español como Janeiro o Janero, de ahí derivó a Enero. En inglés es más parecido Januarios a January, como se dice ese mes en la lengua de Shakespeare) este era el dios de las dos caras, una cara de hombre viejo mirando hacia atrás y otra cara de hombre joven viendo hacia adelante. Era el dios de las puertas y umbrales, representando los comienzos y los finales, de los cambios y transformaciones. Simboliza el devenir del destino, la evolución y lo que está por venir.Por ser Jano un dios pagano, durante la edad media se alteró el calendario Juliano, para que el año iniciara el día de la anunciación, 25 de Marzo. Al terminar la edad media, ya casi de salida el siglo XVI, el papa Gregorio XIII convocó a diversos personajes estudiosos, matemáticos y astrónomos, para corregir el antiguo calendario Juliano; que ya estaba desfasado por muchos días, respecto a la fecha verdadera, llegando a la conclusión de retomar el mes de Enero como el primero del año.Para los antiguos israelitas, anteriores al destierro de Babilonia, los meses del año no tenían nombre, solamente se enumeraban. El año litúrgico comenzaba en primavera y el económico en el séptimo mes -Septiembre- después del destierro adoptaron una combinación de nombres babilonios y cananeos. Tenían el año jubilar o año santo de los judíos, se observaba cada siete años y se practicaba la condonación de deudas entre el pueblo, libertad de esclavos y dejar descansar la tierra.Existe un paralelismo entre la cultura de Israel y la nuestra, en sentido ordinario. La misma división del tiempo en presente, pasado y futuro: el pasado tatuado en la memoria, actúa con fuerza modelando a la gente; el presente es el tiempo de actuar y el futuro es el tiempo de la esperanza que propicia la acción.El papa Francisco en uno de sus mensajes comenta acerca de la autenticidad y valentía, estas virtudes no son exclusivas de héroes. En realidad la vida cotidiana de cada persona requiere valor. Nuestra vida (la tuya, la mía, la de todos nosotros) requiere valentía. No se puede vivir sin valentía, para afrontar las dificultades de cada día. En todas las épocas ha habido hombres y mujeres valientes que sufrieron injusticias por ser auténticos en sus creencias.

La valentía es sinónimo de fortaleza, que junto con la justicia, la prudencia y la templanza; forman el grupo de virtudes humanas llamadas cardinales.El concepto que rodea un año nuevo es, el deseo de vivir, es la vida misma. Arrancamos una nueva etapa y con esta el inicio de otras posibilidades, afirmando proyectos o cambiando de rumbo en los propósitos; bien sean personales, de Familia o de trabajo. Las metas en los siguientes doce meses, casi nunca se cumplen a la perfección, sin embargo lo importante es el trayecto, el camino, en que se puede ir ajustando y afinando la dirección; así de este modo caminando, se aproxima lo más que se pueda a la expectativa que se tenía de intención al concluir el año de 2022. Comencemos el camino con valentía… Feliz 2022.