TONALTEPETL

0

Por Gustavo López Solórzano

La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno para que todos seamos realmente responsables de todos. Juan Pablo II.

Durante el sexenio comprendido del 1 de diciembre de 1988 al 30 de noviembre de 1994, se implementó el Programa de Solidaridad en nuestro país y con el, la frase base del programa se popularizó no solo a nivel nacional sino internacional. La solidaridad se expresa de forma unilateral cuando una persona se interesa por las necesidades de otra o de otras, de la misma manera cuando un grupo de personas hacen lo propio ante una situación ajena que implique brindar apoyo a quien lo necesite.

Diariamente, instituciones solidarias o de beneficencia, brindan una mano amiga a millones de personas que en el mundo, sufren una pérdida o requieren de un apoyo especial para resolver una necesidad. Así mismo, existen personas solidarias con la naturaleza que se preocupan por cuidar nuestro hábitat y hay quienes son solidarios con los animales y así, encontramos personas que de manera indistinta, en una expresión de amor a la humanidad, se solidarizan con el dolor ajeno y sin mediar consecuencias son capaces hasta de arriesgar su vida por salvar la de otros.

Sin lugar a dudas, al margen de cualquier acto publicitario o mensaje político, la solidaridad es un valor de gran trascendencia para el género humano; pues gracias a ella, no sólo ha alcanzado los más altos grados de civilización y desarrollo tecnológico a lo largo de su historia, sino que ha logrado sobrevivir y salir adelante luego de los más terribles desastres (guerras, pestes, incendios, terremotos, inundaciones, etc.) es tan grande el poder de la solidaridad, que cuando la ponemos en práctica nos hacemos inmensamente fuertes y podemos asumir sin temor, los más grandes desafíos, al tiempo que resistimos con firmeza los embates de la adversidad.

Una institución cuyo titular es humanista, está muy cerca de tener un equipo solidario, (existen deshonrosas excepciones) y con ello, brindar un servicio con calidez y sensibilidad a los usuarios-ciudadanos que lo requieran. Los medios informativos nos dan a conocer como nuestras autoridades actúan de manera solidaria con aquellos que menos tienen, con aquellos que ven amenazado su patrimonio familiar o su integridad física, por empresas abusivas y fraudulentas que al no ver satisfechas sus necesidades económicas, en muchas de las ocasiones actúan arbitrariamente y con dolo, para intentar recuperar mediante el terrorismo telefónico o por otros medios, la cantidad que se les adeuda, más interés sobre interés, gastos de cobranza, etc.  Bien por la solidaridad y por las personas que gustan de ser solidarias, el tiempo que estamos viviendo es un momento propicio  para pensar en los demás.

ABUELITAS:

Los mayas midieron el giro de la vuelta alrededor del sol en 365 días, con 13 lunas o trece meses de 28 días y un día adicional denominado: Día Fuera del Tiempo. Este día (hoy) ocurre la sincronización del sol con la estrella sirio y comienza una revolución solar de la tierra, lo que significa que  se reúnen las energías de todo un año, día de sincronización galáctica, día de la paz, del perdón universal, es un día para cancelar deudas personales, deudas a nivel de ser, de espíritu, elevar nuestro estado de conciencia y sincronizarnos para iniciar un nuevo ciclo. Para los estudiosos del calendario maya, Este día es una invitación para entrar en un proceso de armonía y atraer, en el aquí y ahora, cambios profundos en la conciencia humana, hacia una sociedad más justa, más ética, más solidaria. La invitación es para que hoy, quienes así lo deseen, puedan unirse en oración desde sus espacios personales al filo de las doce del día pidiendo lo mejor de manera integral, es decir, para todos. Es cuánto.