Explican investigadores por qué ocurren los sismos

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*“Estudiar la historia de los sismos es vital porque podemos identificar dónde se han roto las áreas así como las zonas cuyas placas tienen años sin romperse, lo cual podría generar sismos importantes en el país”: Dulce Vargas, vulcanóloga.

Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- Para que la población en general comprenda mejor cómo se originan los sismos y qué sucedió los días 7 y 19 de septiembre pasados, la Universidad de Colima convocó al Conversatorio “Los sismos recientes en México”, a cargo de expertos universitarios.

El viernes por la mañana, la vulcanóloga Dulce Vargas Bracamontes y el experto en sismos de origen volcánico Raúl Arámbula Mendoza, ambos profesores investigadores de la UdeC, acompañados por el coordinador general de Investigación Científica, Alfredo Aranda Fernández, abrieron un conversatorio público para establecer una charla directa, hacer recomendaciones preventivas y atender demandas de la comunidad sobre este tema.

Vargas Bracamontes, quien también es investigadora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) asignada a la UdeC, explicó la importancia de las diferentes ondas que se generan cuando comienza un sismo: “Los primeros movimientos que sentimos se denominan Ondas P (primarias); en este momento justo debemos desalojar las edificaciones porque en seguida, sin que exista un tiempo determinado, llegan las Ondas S (secundarias), que pueden ser más intensas y destructivas”, explicó.

En Colima, tierra sísmica, explicó, no es útil una alerta debido a la cercanía con los epicentros, pues ésta sonaría sólo pocos segundos antes; por lo tanto, “no podemos esperar a ver si pasa el temblor dentro de nuestras casas”, advirtió.

Aclaró que los términos oscilatorio y trepidatorio se refieren a una clasificación de nuestra percepción, pero que los vulcanólogos y expertos en el tema no lo usan para hablar de sismos.

Al respecto, dijo que para medir los sismos ya no se utiliza la magnitud en grados Richter, sino de momento (Mw), una escala también algorítmica que considera el área de ruptura de las placas tectónicas y el desplazamiento relacionado con un sismo.

Por ejemplo, continuó, “un terremoto de magnitud ocho libera 32 veces más energía que uno de magnitud siete, y libera aproximadamente mil 024 veces más que un terremoto de magnitud seis”.

Señaló que la magnitud es un valor único que tiene que ver con el área de ruptura y el desplazamiento del sismo, y que se utiliza una escala de intensidad para describir cuáles fueron los daños en una zona determinada. Ésta tiene 12 puntos que transitan de muy débil, débil, moderado y aumenta hasta llegar al nivel de catástrofe.

Con el uso de mapas, la investigadora mostró la ubicación de áreas de ruptura de los sismos más importantes en México en los últimos 100 años, como los de 1932, 1995 y el de 2003, todos debidos a la interacción de dos placas: la que entra debajo de la placa de Norteamérica.

Vargas Bracamontes resaltó que estudiar la historia de los sismos “es vital porque podemos identificar dónde se han roto las áreas así como las zonas cuyas placas tienen años sin romperse, lo cual podría generar sismos importantes en el país”.

En particular, dijo que le preocupa bastante a la comunidad científica la Brecha sísmica de Guerrero (entre Zihuatanejo y Acapulco) porque allí, desde hace 100 años no se presenta un sismo importante y podría haber uno de magnitud considerable que cause problemas en la Ciudad de México.

La investigadora señaló que en los mapas no se incluye el sismo del 15 de abril de 1941, uno de los más devastadores para Colima, porque no hay investigación hecha; sin embargo, advirtió, “estamos investigando debido a que éste podría tener implicaciones importantes para nuestra costa”.

Antes de finalizar el conversatorio, se realizaron varias de preguntas y respuestas. La vulcanóloga Vargas Bracamontes resaltó la importancia “de destinar recursos para la ciencia, porque de las investigaciones se aprende mucho. No obstante, sólo cuando ocurren los sismos hay interés en la sismología”.

“Los colimenses debemos preocuparnos por hacer estas investigaciones porque no vendrán extranjeros a hacerlo, pues en sus lugares también estudian los sismos; a nosotros nos toca preocuparnos por ver qué sucedió en nuestro pasado”, añadió.

Los estudiantes de Ciencias cuestionaron si después de sismos importantes Colima estaba listo en prevención y en mitigación de desastres, a lo cual Vargas Bracamontes respondió que “aún hay mucho quehacer por ahora”; remarcó: “Debemos ver si nuestras edificaciones soportarán el siguiente sismo”, y consideró que “no estamos suficientemente preparados”.