UN SINDROME LLAMADO BURNOUT: LA REALIDAD DEL ESTRÉS LABORAL EN MÉXICO

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Por Jaíme E. Medina

Como pan nuestro de cada día, estamos sometidos a un contexto laboral muy exigente y demandante. Nada más en México, y con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Menciona que en nuestro país al menos cerca de 75 mil personas mueren al año de infartos a causas del estrés laboral, y el 75% de trabajadores en México sufre este padecimiento según datos del IMSS.

Y es que hoy en día las condiciones laborales no son las más adecuadas, debido a que en algunos casos, y en la mayoría de los mexicanos, las horas laborales rebasan más de 8 horas al día, y los sueldos, no son muy bien remunerado para los precios de la canasta básica que ahorita están por el aire, logrando como resultados un aumento considerable de horas trabajadas y junto con ello, las enfermedades cardiovasculares, mentales y psicosociales tienen presencia en la mayoría de la gente, especialmente la del sector obrero y profesional.

Burnout, es el síndrome del trabajador quemado, que tiene como característica física el no sentirte satisfecho después de haber cumplido con tus obligaciones y compromisos laborales. Así también, genera reacciones como fatiga, cansancio o agotamiento, sentimiento negativo, ineficacia, conflictos interpersonales, menor creatividad, renuncias, entre otras. Es preocupante saber que todas estas sintomatologías implican o conllevan a la depresión del trabajador, y en donde el peor de los casos, a enfermedades y pensamiento suicidas.

Como dato importante, fue en 1974 cuando fue diagnosticado por primera vez el síndrome de Burnout por el psicólogo Herbert Freudenberger, esto debido a la gran mayoría de colapso mental y reacciones físicas que tenían los trabajadores de aquella época.

La pandemia del COVID-19 que se suscitó entre 2020 y 2022 fue una fábrica de estrés laboral intenso tanto para personas mayores como para niños y jóvenes, teniendo como consecuencias que después de haber terminado la pandemia se hicieron presentes casos alarmantes de trastornos mentales, en donde la mayoría no encuentra la satisfacción de sentirse feliz con uno mismo; y es ahí, donde uno se da cuenta que la situación del síndrome de burnout va más allá del simple hecho de enfermedades físicas.

Algunos estudios médicos nos dan a conocer que durante los 25 a 40 años de edad, es cuando más se presenta la sintomatología de esta enfermedad por el gran nivel de responsabilidad y autoexigencia que uno mismo se estimula, además, por el estado más anímico y físico que representa esta etapa; ocasionando un alto desgaste de todas las índoles, llevando un impulso automático físico generando una dependencia al compromiso pero sin satisfacción de lo realizado, convirtiéndose en un autómata humano alimentado del compromiso, la responsabilidad y el alcance de objetivos, ocasionando todas las enfermedades antes mencionadas, todo por ser un persona comprometido o comprometida con sus obligaciones laborales, a pesar, de los distintos ambientes de trabajo que están expuestos.

Si hablamos de género, las mujeres son las que más sufren de la aparición del síndrome de burnout, ¿por qué? Por el simple hecho de tener el doble o triple de responsabilidades o situaciones en las que están expuestas; y es que, para nuestro días y tiempos, la mujer sigue siendo el ser responsable de las labores domésticas y bienestar y seguimiento de que cumplan las obligaciones los hijos. Sí, sabemos muy bien que ahorita los matrimonios son colaborativos, pero no todos, ya que aún se siguen presentando la sobrecarga de responsabilidades en las mujeres aparte de los compromisos con los que ya cuentan, llevando y ocasionando el aumento del género femenino a consultas con el psicólogo o el psiquiatra.

Y ante todo esto, ¿qué podemos hacer para poder contrarrestar las complicaciones del estrés laboral? Para empezar, algunos especialistas de la salud mencionan que debemos de empezar a cuidarnos y empezar a tener hábito más saludable como son: descansar, tener horario de trabajo y reposo, premiarse debes en cuando, conocerse a uno mismo e identificar las causas de algunos de lo síntomas o dolencias y atenderse, hacer ejercicio, emplear técnicas de relajación y respiración y practicar alguna disciplina.

La salud es lo primero. Tenemos que tener bien en cuenta el empezar a querernos para tener una vida muy armoniosa. Tener en mente que la sobrecarga de compromisos y responsabilidades en mucho de los casos no lo podemos evitar, lo que sí, es que debemos de poner manos a la obra en buscar ayuda de cualquier índole y como lo dije en el bloque de letras atrás, empezar a querernos, debido a que es lo único que nos puede salvar de no tener una desgracia o una consecuencia en nuestro bienestar. A veces las circunstancias se nos escapan de las manos, pero en hacer algo por nosotros para que estemos bien, es nuestra prioridad.