Juez lo Sentenció a 50 Años de Prisión por Doble Homicidio

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    En su confesión el ahora sentenciado manifestó que el día de los hechos salió de su casa por la tarde para ir a cargar la camioneta de gasolina, pero al ir circulando observó que una esquina estaba parado su cómplice Leopoldo, parándose a un costado e invitándolo a que se subiera.

    Dijo que en el camino su cómplice lo invito para que fueran a tomarse unas cervezas, por lo que el le dijo que conocía el botanero denominado Bugambilias, añadió que en lo que llegaban al lugar en cuestión, Leopoldo le mostró una pistola tipo escuadra, color negra, calibre .9mm, comentándole “la traigo para lo que se ofrezca”.

    Una vez en el lugar comenzaron a tomar cerveza y a escuchar música, siendo atendidos por dos meseras.

    Añadió que a los pocos minutos llegaron los ahora finados, Andel Jiménez Paz y Ezequiel Mendoza Álvarez, quienes no conocían y desde que llegaron comenzaron a ingerir bebidas embriagantes y a poner música que a ellos no les gustaban, además que comenzaron a echarse huacos, situación que también les molesto.

    Ante dicha situación expresó que Leopoldo le comentó, “estos ya me tienen  harto, vamos a fregarlos al cabo yo traigo con que, tu los sacas al estacionamiento y una vez ahí yo los ejecuto con la pistola.”

    Una vez acordado lo anterior, Zavalza sedirigió a la mesa de los finados a quienes retó y les dijo que los esperaba en el estacionamiento, saliendo primero ellos del lugar.

    Manifestó el sentenciado que a los pocos minutos salieron los occisos, llevando consigo uno de ellos una botella vacía de cerveza la cual arrojó sobre el parabrisas de su camioneta, lo cual le molestó y sin decir nada Lepoldo sacó de entre sus ropas la pistola y la accionó en varias ocasiones sobre la humanidad de Andel y Ezquequiel.

    Dijo que acto seguido se subieron a la camioneta y se dieron a la fuga con destino a Jalipa y para no ser detenidos por las autoridades se fueron por las brechas hasta llegar a un rancho donde pasaron la noche.

    Al día siguiente regresó sólo a Manzanillo y horas más tarde fue detenido por agentes de la PPJE y puesto a disposición del ministerio público y a su vez ante el juzgador de la causa.

    El Gobierno del Estado a través de la Procuraduría General de Justicia, continuará  trabajando todos los días para lograr capturar a quienes en el pasado o presente han cometido hechos delictivos que vulneren los valores fundamentales de las sociedad en que vivimos, con ello damos muestra  de que en Colima, no habrá impunidad.

    Se hace un llamado a la población en general para que denuncie de manera anónima hechos delictivos a la PGJ a los teléfonos gratuitos; 01-800-581-1770 y al 01-800-506-8360.