TONALTEPETL

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Por: Gustavo López Solórzano.

Cada temporada de nuestra vida tiene su riqueza invaluable. Tengo presente y de manera especial, mis años de estudiante. Sin duda, todo es aprendizaje en esta vida; recorriendo el camino de la vida, saludé a un gran artista, mismo que conocí en mis años de adolescencia.

Autor de más de trescientos monumentos, entre los que destacan el del General Manuel Álvarez en la ciudad que lleva su nombre, el maestro José Cruz Hernández Vizcaíno, ha reforzado su sencillez y don de gentes, con la nobleza reflejada en todo su ser y la paz que da el vivir de manera armoniosa.

El también autor del monumento en honor al maestro, que se encuentra en las afueras del isenco centro, me comentó al respecto, que esa figura representa al docente recién egresado. Parado sobre una batería de cinco libros de ciencia, como la matemática, la biología, etc. y sosteniendo la constitución en una mano, mientras con la otra señala hacia un nuevo horizonte. Derivado del afecto y la amistad que les unía, fue su mentor en el municipio de Cuauhtémoc, el Lic. Elías Zamora Verduzco, siendo gobernador de Colima, invito al maestro Hernández Vizcaíno para participar en un concurso, en el cual se elegiría al escultor.

¿Cómo ve, se anima a participar? Le preguntó el Lic. Zamora Verduzco, “Claro que sí señor gobernador”, respondió el maestro José cruz. ¿Para cuándo es? “Mañana” sentenció el Gobernador. Creativo y organizado, el maestro Hernández Cruz puso manos a la obra y preparó lo necesario para su inclusión en el concurso, Afortunadamente ganó y el resultado, sumó una obra más a su currículo artístico.

En la parte exterior de la oficina del snte 39, se encuentra adherido a la pared de acceso, otra de sus magnas obras. Así mismo, en diferentes centros de estudio, su obra embellece los espacios laborales.

Ya en otra colaboración, comenté con usted amable leyente, que las ardillas, el pato y el gallo que son un  icono inconfundible de la piedra lisa, también forman parte de su coautoría.

Ahora permítame retomar otra de sus magnas obras. Existe una anécdota sobre el General Jesús González Lugo, ex gobernador colimense. En el sentido de que la avenida José María Pino Suarez había sido construida entre él y sus mamá. Lo anterior, merced a que los vecinos del predio, lo maltrataban continuamente por haberles expropiado el terreno en donde se construyó tan importante avenida. Misma que representa el famoso anillo de circunvalación.

Resulta que en su mandato se planeó la escultura en honor al General Manuel Álvarez, y cuyo diseño la correspondió a Álvaro Jiménez. Sin embargo, fue hasta el periodo gubernamental del ingeniero arquitecto, por cierto la que fuera casa de su madre (Calle Gildardo Gómez) está en ruinas y representa un peligro para los transeúntes. Cuando se retomó la obra, recordemos que su hermano Jorge, también era un artista reconocido. Sin embargo, el barro de Comala no estaba funcionando, para la elaboración del molde, pues constantemente se desbarataba. Lo anterior tenía al maestro Jorge Chávez Carrillo, un poco desesperado, pues aunado a su carga laboral, tenía que lidiar con ese obstáculo.

Fue así que el maestro Jorge delegó en el maestro Hernández Vizcaíno, la responsabilidad para encontrar una solución. Muchos artistas tienen asistentes reconocidos y solo ellos firman, mientras son otros los que se llevan la carga, es común.

Rafael Chávez Carrillo, también hermano del gobernador, era entonces el director de educación pública  y responsable operativo de la obra. De tal manera que al saber lo acontecido, le preguntó al maestro José Cruz, ¿Qué necesitas? Barro de Oaxaca, respondió el maestro Hernández Vizcaíno, ¿Cuánto necesitas? Interrogó el funcionario, Un camión, respondió el artista, te traeré dos. Y bueno, hasta aquí le dejo hoy, esta historia continuará. Es cuánto.