TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Un gobernante y cualquier servidor público que represente una autoridad, necesita, ante todo, ser un buen gestor. La capacidad de gestoría habla de su compromiso personal y para con la sociedad.

Quien dirige y coordina es un administrador, y para administrar se requiere gestionar y hacerlo bien. Para ello es necesario tener un buen equipo de trabajo, capaz, preparado y sobre todo, sensiblemente humano. Abierto a las sugerencias, que sepa reconocer sus fallas y corregirlas, un equipo abierto al aprendizaje, que le permita el logro de nuevas experiencias en bien de la sociedad a la cual se sirve. Reconozco el trabajo que viene realizando el gobierno estatal y deseo que a Colima le siga yendo bien, mejor, mucho mejor.

Desde el día en que llegamos a este plano comenzamos a morir. Todos estamos de paso y es importante que dejemos una buena huella en la subida, pues en la bajada podemos toparnos con los mismos seres que encontramos antes. Es compromiso de todo ser humano buscar nuestra verdad en el cada día de nuestra existencia. Y como dijo el maestro Jesús, la verdad nos hará libres.

Y esa libertad es nuestra fuerza, una sociedad que lee, por ejemplo, se renueva a sí misma de manera constante y permanente. En cambio, quien no lo hace, se estanca, se anquilosa mentalmente y pervierte su criterio.

Vivir pleno no es tenerlo todo, sino disfrutar y agradecer lo que se tiene, finalmente nada nos pertenece. Adaptarnos y seguir creciendo, servir con amor y humildad es nuestra misión.

Recuerdo que la jefa de cierta área se presentó ante el titular y después del intercambio de saludos, ella le mostró el expediente de un trabajador que había incurrido en una falta administrativa y con ello, acumulado ciertos agravantes en su contra. El veredicto era culpable y en consecuencia correrlo.

Al conocer la situación del trabajador, el secretario intuyó que era una situación que podía resolverse de una manera favorable y le comentó a su interlocutora: “resuélvalo sin afectar al intendente y hágame un favor, mientras yo esté aquí, jamás vuelva a traerme un caso que implique dejar a una familia desamparada”. Final feliz que, lamentablemente, no siempre sucede, algunas personas tienen cargo y pensando quizás que será para toda la vida, se ensañan con quienes están bajo su mando, llegando al abuso, a la falta de humanismo y solidaridad.

Los dakotas del norte dicen que antes de hablar de una persona, es necesario caminar tres lunas en sus mocasines. Es cierto, juzgar es una clara expresión no solo de inmadurez, sino de falta de amor propio y de valor civil. La revolución ha pasado, llega la navidad y es un buen momento para ponernos en paz con nosotros mismos. Reconciliarnos con nuestros enojos y dejar atrás los resentimientos, finalmente la basura emocional solo tiene un destinatario, el mismo que la carga.

ABUELITAS:

Más allá de las críticas, con razón o sin ella, y por supuesto válidas, los servidores públicos, los representantes populares, los dirigentes empresariales y la sociedad en general, necesita unir criterios en bien de la ciudadanía. Es necesario que todo buen servidor público, anteponga los intereses ciudadanos a los personales.  Quien use un color partidista necesita entender que es para servir y no para servirse, y servir implica acuerdos en bien de las clases mas necesitadas. Quien no lo haga así, esta traicionando la confianza que le fue depositada. En consecuencia, que la nación se lo demande. Es cuánto.