TONALTEPETL

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Por: Gustavo López Solórzano

Muchos de ellos, por complacer a tiranos, por un puñado de monedas o por cohecho o soborno, están traicionando y derramando sangre de sus hermanos. Emiliano Zapata Salazar, el Caudillo del sur.

Conocida por todos, la historia de la revolución mexicana está plagada de sangre, muertes, robos, derechos humanos inexistentes y sobre todo, traiciones. El objetivo número uno de esta, era derrocar a Porfirio Díaz Mori, quien se adueñó del poder y con ello ejercía un gobierno represor al decir de algunos y con grandes resultados pacifistas al decir de otros, pues quien infringía la ley era colgado. “He esperado pacientemente porque llegue el día en que el pueblo de la República Mexicana esté preparado para escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin lesionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país. Creo que, finalmente, ese día ha llegado” (que sacrificado) la anterior es una respuesta que da Porfirio Díaz al periodista James Creelman, en una entrevista que fue reproducida y difundida por los medios informativos de la época, como el pan caliente de las seis.

La paz porfiriana era una realidad, Díaz había transformado al país durante su gobierno pero también se había estancado en muchos aspectos y la transformación que México requería era urgente. Para 1908 el presidente tenía 80 años y en la misma entrevista habría comentado lo siguiente  “No importa lo que al respecto digan mis amigos y partidarios, me retiraré cuando termine el presente periodo y no volveré a gobernar otra vez. Para entonces tendré ya ochenta años”. Algunos aseguran que la respuesta venía cargada de tristeza; de impotencia, abandonar el poder no por gusto ni por democracia, sino por incapacidad para ejercerlo.

Mostrando una actitud benefactora y paternalista, Díaz Mori agrega; “Doy la bienvenida a cualquier partido oposicionista en la República Mexicana. Si aparece, lo consideraré como una bendición, no como un mal. Y si llegara a hacerse fuerte, no para explotar sino para gobernar, lo sostendré y aconsejaré, y me olvidaré de mí mismo en la victoriosa inauguración de un gobierno completamente democrático en mi país”.

A la par del Día Internacional de los Derechos de los Niños, que pasó sin pena y sin gloria. En nuestro país se conmemoró el aniversario 103 del inicio de la revolución mexicana, mismo que al decir de muchos ciudadanos, ya quedó obsoleto en cuanto a la forma de celebrarse y que de acuerdo a los cambios que nuestra sociedad ha vivido consideran necesario modificar el programa de celebración. El presidente Peña Nieto, ha puesto el ejemplo de lo que seguramente será un paso a seguir; una ceremonia con el ejército en donde además se entregaron reconocimientos y asensos a personal destacado en el servicio, algo que puede sumarse y que seguramente sería bien recibido es que haya concursos literarios escolares sobre nuestra revolución, supervisados desde luego por los docentes de historia y español, que la ceremonia se realice en las escuelas e instituciones gubernamentales y que el domingo más cercano a la fecha se realice un desfile de carros alegóricos para convocar y reunir a la gran familia colimense.

ABUELITAS:

Continuando con su intenso programa de trabajo, el Prof. José Guillermo Rangel Lozano, anunció que regresa el operativo mochila a las escuelas, lo anterior de manera coordinada con otras instituciones y en consecuencia a que se han detectado algunos casos de jóvenes que consumen drogas y que afortunadamente son canalizados para su atención adecuada. Al margen de su responsabilidad como servidor público, el Secretario de Educación deja ver su sensibilidad humana al tomar al toro por los cuernos y atender una situación que pudiera volverse un serio problema, seguramente los padres de familia recibimos con agrado esta noticia en favor de la salud integral de nuestros hijos. Es cuánto.