Por: Gustavo López Solórzano
La ambición suele llevar a los hombres a ejecutar los menesteres más viles: por eso para trepar se adopta la misma postura que para arrastrarse. Jonathan Switt, escritor y periodista irlandés.
Con dedicatoria para quienes han perdido el piso: La lucha social por el poder o la ambición de alcanzar el poder social.
Nacida del latín vulgar y situada en el concepto posere, la palabra poder significa “ser posible” o “ser capaz de”, dicho de otra forma es una expresión del subconsciente que nos lleva a la decisión de “quiero prevalecer sobre otros”. Dicho de otra manera, la necesidad de poder esconde según algunos estudiosos de la personalidad humana, la parte oscura de quien busca sobresalir aun pasando sobre los derechos de los demás, es una expresión de la pobreza de criterio, de la miseria humana y claro, de una ambición desmedida.
Aunado a lo anterior, puedo decir que la palabra poder suele estar relacionada con los siguientes conceptos: traición, deslealtad, mentira, competitividad, autoritarismo, mascara social, imposición, control, manipulación, sometimiento, resignación, frustración, y un largo etcétera. Obviamente la búsqueda de poder degenera en una lucha por alcanzar el dominio de algo o de alguien, una constante en las relaciones, una lucha para ver quién puede, quien tiene o quien sabe más, ya que el poder no tiene sentido en solitario. Derivado de lo anterior los resultados conocidos son; un vencedor y un vencido, una relación que termina, una persona que pierde su empleo, soledad, rechazo y rencor hacia lo que nos rodea; una herida o la muerte.
La lucha de poder se presenta en el matrimonio, entre los hijos, el primero defiende su trono del segundo, mientras que el tercero busca hacer alianza con cualquiera de los dos, lo importante es conquistar el amor de mamá o de papá. La lucha se da en la escuela para quedar bien con el profe. Se presenta cuando buscamos ser agradables al primer amor y existe un contrincante, se manifiesta en las aspiraciones políticas cuando fulano dice que mengano es ladrón de cuello blanco para quitarlo de su camino y quedarse con su puesto, (me acordé de los sopitos de Mercedes). Finalmente la infelicidad y la exigencia personal ocupan tanto espacio que no hay lugar para apreciar, para agradecer y disfrutar lo que sí se tiene y así la vida se convierte en una lucha muy cansada e infructuosa; innecesariamente desgastante.
Afortunadamente nada es para siempre, todo cambia dice la negra, otra Mercedes, pero esta Sosa, cantante ya fallecida y muy conocida en el canto latinoamericano. Más de treinta años duró Porfirio Díaz Mori, un día se volvió viejo y quienes le aplaudían le volvieron la espalda para sonreírle a quien le sucedió en el poder. Los puestos son pasajeros; son para hacer amigos, los buenos políticos fueron votados para servir, los funcionarios públicos son pagados por la sociedad y a ella se deben, nada es para siempre y si no me creen, dense una vuelta por el panteón, ahí están los suyos y los míos, están los restos de personas que fueron muy importantes y el mundo sigue igual; nada es para siempre.
ABUELITAS:
Arrancó la tercera edición del programa “Becarte me Late” implementado por el gobierno estatal que encabeza el Lic. Mario Anguiano Moreno, y que desde su inicio ha entregado más de 21 mil becas con un monto aproximadamente de 29 millones de pesos. Lo anterior dirigido a estudiantes de educación media superior y superior y en este año a un grupo de 300 niños, jóvenes y adultos con discapacidad. Durante el presente ciclo escolar se entregarán casi 6 mil becas por un monto total de 7 millones 858 mil pesos, con ello se pretende apoyar la economía familiar, evitar la deserción escolar y contribuir para que los beneficiados puedan concluir sus estudios. Aprovecho para expresar mi reconocimiento a la Licda. Adriana Martínez Trujillo, coordinadora del programa y a todo su equipo de colaboradores por esa incansable labor. Es cuánto.