TAREA POLÍTICA

0

VA DE NUEZ

Por: José Luis Santana Ochoa

Como cada año desde hace tres, por estas fechas, la licenciada Idalia González Pimentel viuda de Cavazos Ceballos da de qué escribir.  Esta vez el tema es el de la información que el extinto ex gobernador guardaba para darla a conocer justo unos días después de que fue asesinado. “A los medios ya se les olvido la declaración de Silverio. Guardaría silencio un año, para no interrumpir el trabajo del gobernador. Pero anunció que hablaría el 15 de diciembre del 2011. No llegó a esa fecha,  pero yo conozco, y tengo toda la información que preparó muy cuidadosamente”, dice Doña Idalia para luego preguntarse quién dejó de recibir 67 millones de pesos “permitiendo que su mente mezquina se expresara incansablemente, por su enojo”, buena pregunta según ella que deberá tener pronto y puntual respuesta por más vergonzosa que esta sea. Es preferible que los implicados se pongan de una buena vez rojos de vergüenza a que sigan de un color amarillo apanicado.

 

Interesante también será que la claridosa dama que, según su propio dicho,  tonta no es y por ello sabe perfectamente lo que está haciendo y las consecuencias de su actuar, señale con nombre, apellidos y cargos a quien o quienes le mandan mensajeros diciéndole que se calme, pues su libertad de expresión no debe coartársele incomode a quien incomode con sus declaraciones a quien incomodé.

 

Ojalá que de una buena vez por todas Idalia González Pimentel diga todo lo que tenga y quiera decir, saque de su dolido pecho todo lo que la tiene agraviada, para que recupere la paz y la serenidad perdidas, pues al  hacerlo en abonos anuales terminará por convertirse en la hazmerreir de los colimenses. Una vez reconciliada consigo misma quizá pueda canalizar su inconformidad por la vía de una candidatura a un cargo de elección popular en las próximas elecciones locales. Si a Norma Galindo Matías viuda de Vázquez Montes hay quienes la ven ya como candidata del PRI a la gubernatura del estado, ¿por qué  a ella no a una diputación local?

 

 

 

  • Los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo no sólo compiten entre sí por el movimiento de mercancías legales en la llamada Cuenca del Pacifico y en el corredor  de la costa a la frontera tamaulipeca del corredor del  Tratado de Libre Comercio México-USA-Canadá, sino también por los flujos de cocaína, precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas, el tráfico de minerales y muchas cosas más. Los muchos millones de dólares en juego explican la rebatinga que los cárteles de la droga, de la construcción y de la extorsión, se traen en ambos puertos, y cuyos excesos y abusos obligaron al Gobierno Federal a intervenir al primero y preparar la misma medicina para el segundo antes de que se le salga de control como sucedió con el puerto en Lázaro Cárdenas, la ciudad que lo alberga y su región de influencia.

 

  • Si el relevo de civiles por altos mandos navales en la Administración Portuaria Integral de Lázaro Cárdenas y en la Capitanía de Puerto, fueron para remediar la grave situación imperante, los que se ven venir en estos mismos cargos en Manzanillo serán para prevenir que los problemas crezcan y se salgan de control como allá sucedió. Si en Lázaro Cárdenas ardió Troya porque la delincuencia se pasó de la raya al grado de controlar las actividades portuarias para ponerlas a su servicio, el Gobierno Federal, previsor, no quiere que en Manzanillo suceda lo mismo, máxime sabiendo que al neutralizar a los malandrines en  el puerto michoacano, los obliga a mudarse al colimense para continuar sus actividades delictivas.

 

  • “Un dato para la inteligencia política: El fin de semana, en pleno puente vacacional, uno de los hombres más ricos de México – ¿Carlos Slim, capo de las telecomunicaciones en el país?  – estuvo en Manzanillo paseando en yate con uno de los pre  candidatos más fuertes al Gobierno del Estado – ¿José Ignacio Peralta Sánchez, Subsecretario de Comunicaciones  y Transportes del Gobierno Federal? – . Dicen que se selló la alianza, y es de alto, altísimo impacto”. No pos’ sí, sobre todo por aquello de la opacidad  en las relaciones entre el gobierno y el poder económico y los conflictos de interés en que no deben caer  funcionarios públicos y hombres de negocios.