Alex Carbajal Berber|ULTRAMEDIA
La cita con los All Whites
Estamos a unos cuantos días de que la selección mayor enfrente su destino en la última oportunidad de clasificarse a la Copa del Mundo de Brasil 2014. Un partido que será disputado bajo los rayos del sol y el smog del Distrito Federal, buscando lo que en pocas ocasiones recientes se había pretendido: darle prioridad a las cuestiones climatológicas, por encima de los horarios televisivos AAA.
Solamente jugadores de la Liga MX, al menos en el papel, es lo que presentará Miguel Herrera para este duelo ante Nueva Zelanda, en el que la selección nacional tratará de evitar uno de los fracasos comerciales más grandes de toda la historia del futbol mundial, y la derrota más fuerte de México en una etapa inmediatamente previa a una Copa del Mundo.
Quizá en Nueva Zelanda estén expectantes de lo que pueda hacer su escuadra, a sabiendas de que no hizo un mal papel en la pasada Copa Mundial; no perdió, consiguió sumar puntos, e incluso le sacó un sonado empate a Italia, otrora campeón del Mundo vigente.
Futbolísticamente será un estilo difícil de definir. No es europeo, pero sus orígenes son netamente británicos, como herencia del “Commonwealth”. La estatura es un factor importante, aunque la posesión de la pelota es un elemento inestable. Los neozelandeses bien pueden apostar por una mayor posesión, pero en la mayoría de los encuentros prefieren esperar y aprovechar las jugadas prediseñadas.
Si México tuviera un estilo definido, tomando en cuenta las características de su baja estatura, una apuesta sería la mayor posesión de la esférica para tener aspiraciones. Sin embargo, dejando de lado los estilos, hay una amenaza que está rondando seguramente el Centro de Alto Rendimiento, y los entrenamientos del Estadio Azteca: el juego aéreo. Tras lo visto en el amistoso ante Finlandia, las pifias en los balones detenidos son una preocupación de la cual Miguel Herrera deberá ocuparse seriamente.
Dadas las características del partido, del repechaje, y las cartas que han puesto sobre la mesa los mexicanos, hay un factor que será definitivo, y no es otro más que el momento en que caiga la primera anotación. Si Nueva Zelanda renuncia a atacar para asegurar el cero como visitante, los verdes no deberán pasar del mediotiempo para tener una buena ventaja.
El aspecto psicológico será para estudiarse. México tiene la presión encima, y por lo declarado, los neozelandeses saben que ese es el punto débil. Me atrevo a pronosticar que si México no se lleva dos goles de ventaja al cierre de la eliminatoria, puede irse despidiendo de Brasil 2014. Esa es la meta.