El SUTUC, la bandera rota
Por: Rogelio Guedea
Los que hemos seguido de cerca el conflicto que el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC) tiene contra las autoridades universitarias nos hemos dado cuenta ya, después de la marcha del sábado del SUTUC, que los reclamos están lejos de tener como objetivo la solución del FOSAP, ya resuelto, dicho sea de paso, por tres actores de inobjetable importancia: el gobernador del Estado, el rector de nuestra máxima casa de estudios y el propio líder del SUTUC.
Aunque parecen claras, las razones que volvieron a poner sobre la mesa de discusión el asunto del FOSAP no lo son tanto, pues la marcha del sábado demostró que este reclamo lo abanderan los intereses personales de muy pocos y no los de toda la comunidad universitaria, de otra forma no tendrían que haber participado en el mismo evento otras banderas ajenas a las de nuestra casa de estudios, lo que no hace sino violentar su autonomía. ¿Qué hacia ahí en medio acto del SUTUC una manta de los limoneros de Tecomán protestando contra los perjuicios dejados por el dragón amarillo? ¿Eso quiere decir que los sindicalizados universitarios mañana o pasado mañana van a tener que participar en las marchas de los limoneros? ¿A dónde quieren llegar el SUTUC con esta nueva propedéutica? ¿Aspira de verdad a convertirse en una filial de Antorcha Campesina o el Barzón? ¿De verdad los líderes del SUTUC han valuado tan bajo la autonomía de nuestra universidad? El gobernador del estado, haciendo eco al comunicado enviado por el secretario general de nuestra alma máter, Christian Torres Ortiz, ha sido enfático y cierto al pedir a los universitarios no caer en chantajes, sobre todo porque con ello sólo beneficiarán los intereses de un puñado. Por mi parte, desconozco los intereses que mueven a quienes están detrás del conflicto del FOSAP, pero sí sé que los líderes del SUTUC han tomado la peor vía para resolverlo.
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