MITOS Y MITOTES

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PROFESIONALIZACIÓN LEGISLATIVA

Por: Florencio Llamas Acosta*

Dentro de mes y medio, es decir el próximo 1 de octubre del 2016, la LVIII Legislatura estará cumpliendo su primer año de gestión legislativa, tiempo suficiente para que los ciudadanos evaluemos su desempeño y manifestemos el grado de satisfacción alcanzado por sus resultados.

Por su integración esta es una legislatura inédita, ya que al inicio la mayoría la tuvo en PAN con sus trece diputados, el PRI perdió el control de Congreso al alcanzar ocho diputados, y las minorías han estado representadas por un diputado del PT, uno del PVEM, uno del PANAL y uno del MC.

En un análisis retrospectivo se observa que el primer mes de la legislatura estuvo enmarcada por la disputa del control interno de este órgano legislativo generando una parálisis parlamentaria. Los tres meses posteriores a la anulación de triunfo de Nacho Peralta y el arranque de la elección extraordinaria la lucha política enfrentó a los legisladores y las campañas electorales distrajeron a los diputados de su función sustantiva y olvidaron el compromiso contraído con los ciudadanos.

En este lapso de los últimos seis meses, la fracción del PRI le ha costado trabajo aprender a ser oposición, de igual forma a los del blanquiazul les ha llevado tiempo aprender a ser mayoría y a mesurar su ambición política de querer cogobernar. En estas estiras y aflojas los errores frecuentes cometidos por la legislatura, en ocasiones por la ambición y en otra por su novatez, como su incremento en sus percepciones y gastos de representación que se han convertido en escándalos mediáticos, les ha generado una imagen negativa frente a los colimenses.

Por ello, mas allá de spot publicitarios que buscan revertir la pésima imagen de los integrantes de la actual legislatura, es tiempo de cada legislador se auto evalué en lo individual, como fracción y como cuerpo colegiado, y con objetividad y autocritica tomen en cuenta en qué medida su actividad legislativa ha contribuido al desarrollo de la entidad y al bienestar de la población.

Si su función sustantiva es legislar para que podamos tener los colimenses un marco jurídico que sea pertinente y acorde a las nuevas condiciones de la realidad actual, será interesante que nos informen cuantas leyes han revisado sus respectivas comisiones y cuantas de ellas requieren ser derogadas porque son obsoletas, estorban y obstaculizan la vida armónica de la sociedad. De igual forma cuantas leyes requieren ser actualizadas y cuantas deben ser creadas.

Como lo afirma la Dra.  Laura Valencia Escamilla “la profesionalización legislativa se enfoca a la actividad de los congresistas que tiene como principales objetivos: dar respuesta a las demandas de sus representados mediante la formulación y elaboración de iniciativas de ley, que conjugan los intereses de los legisladores y sus partidos con la respuesta a las demandas de sus representados. Al mismo tiempo, la profesionalización legislativa se relaciona con la supervisión y control gubernamental e incluso cooperación, mediante la rendición de cuentas de los funcionarios, evitando así el abuso de poder, e influyendo en las políticas mediante la discusión pública y modificación de las propuestas diseñadas por el Ejecutivo”

Sin embargo, ya se fue un año en disputas y aprendizajes, en errores e improvisaciones, por ello urge que la LVIII se pongan las pilas y sean más profesionales trabajando en beneficio de los colimenses y en los dos años que le restan desempeñar con eficiencia el cargo que el pueblo les ha conferido, si quiere gozar del beneficio legal de la reelección, ¿O usted como lo piensa?

 

*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.

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