LECTURAS

0

LAS MIL Y UNA RAZONES PARA SÍ VOTAR POR NACHO 

“Si el hombre no puede gobernarse a sí mismo,

¿Cómo podrá gobernar a los demás? “

Bernard Shaw.

Por: Noé Guerra Pimentel

No, tranquilos, no haré aquí la apología de nadie, pongo ese título porque me ha resultado curioso leer y ver cómo algunos editorialistas (varios de ellos gente que creí libre, con ética o por lo menos justos en sus razonamientos), han tratado de demeritar injuriando y difamando un día y otro también la figura de Nacho Peralta, repitiendo versiones provenientes de la esquizofrenia de alguien, escribiendo y hablando mal de un muchacho que en sí, como figura pública, de manera real y fundamentada, sin dolo, poco o nada podría criticársele; y aquí se obligan algunas preguntas, tales como: ¿Lo conocen realmente? ¿Por qué lo hacen? ¿Cobran alguna ofensa personal? Si no ¿A quién buscan favorecer? Si lo hacen ¿A cambio de qué? ¿Son conscientes de lo que están perdiendo? ¿Valdrá la pena?

Lo cuestiono porque algún motivo deberán tener esos detractores para adjetivar así a un individuo como Nacho Peralta, un personaje que quienes sí lo conocieron desde su niñez y aquí incluyo no solo a familiares y amigos, sino a sus profesores, jefes y eventuales subordinados, no me dejarán mentir que se ha caracterizado por su actitud responsable y comprometida, austero en su forma de ser, reservado, entregado y algo cada vez más raro entre los políticos: honrado y estricto con la ley. Quienes conocemos a Nacho podemos afirmar que no necesita que hablen bien de él, solo se presenta, da confianza con su actitud cordial, de palabra, consecuente, de ideas claras y de una inteligencia notable que lo hacen destacar, sobre todo cuando se habla de temas que domina como el económico y el estadístico, dada su alta formación académica y amplia cultura general.

Una de las acusaciones más reincidentes, surgidas de sesudas como torcidas elucubraciones, es la presunción de que él “es y será más de lo mismo”, que “es igual”, “que hará lo que los anteriores en el cargo”, sobre todo el presunto latrocinio del más reciente por ser del mismo partido político, una generalización de por sí absurda a la que agregan que no debe ser, porque “ese partido lleva gobernando más de ochenta años”, lo que según afianzan con el enlistado de otros actores políticos a los que acusan sin pruebas. Sobre ese señalamiento y otras aseveraciones valdría preguntar si no pudieron leer lo que para la mayoría fue más que evidente, que el exgobernador operó desde antes de la campaña anterior en contra de Nacho Peralta, eso es público, tanto que se anuló su triunfo y que a esta fecha varios de los más cercanos excolaboradores de Anguiano se han sumado al equipo de campaña del principal adversario de Nacho.

Buscando en sus antecedentes públicos, fue Gustavo Vázquez –qepd- (2004-2005) quien prácticamente regresó a Nacho a Colima, obvio, alguien se lo presentó, pero indiscutiblemente el propio interesado en volver al terruño fue el que se recomendó. Vázquez Montes sabía que uno de sus baluartes sería el mantenimiento de la actividad económica del Estado, puesto que en aquellos momentos, si recordamos, tenía el reconocimiento nacional en seguridad y en calidad de vida y era modelo en innovación gubernamental, por mencionar algunos rubros, gracias al impulso generado en el periodo (1997-2003) de Fernando Moreno Peña, quien dicho sea, enfrentó condiciones adversas de gobernabilidad, las más complicadas que hasta entonces convergían en esta Entidad, no solo de los fenómenos naturales, sino de circunstancias políticas que supo manejar, como el arribo a la Presidencia de la República de un partido opuesto al suyo y, por supuesto, el crecimiento de la misma oposición en la geografía que gobernaba, lo que quiérase o no lo llevó al equilibrio de poderes.

De aquel tiempo acá, desempeñándose como Titular de la cartera económica Estatal, Nacho Peralta se manejó y mantuvo un alto nivel como gestor atrayendo los más grandes y últimos proyectos estratégicos que se pudieron concretar para Colima, y, lo más importante, siempre  exponiendo un manejo transparente, algo complicado si lo vemos en el contexto de una administración hoy debatida por el manejo de los recursos públicos, como la de Cavazos –qepd- (2005-2009), espacio desde donde no obstante se catapultó a la alcaldía capitalina y de ahí, gracias a sus relaciones con la cúpula del Gobierno Federal, a la subsecretaría de telecomunicaciones para lograr de manera solvente la aprobación de la única de las grandes reformas estructurales que han reportado beneficios a los mexicanos.

A lo anterior podría agregar más elementos pero no es el caso, el hecho, para mi irrefutable, es que en este momento la mejor opción para el Estado de Colima es él, Nacho Peralta, por donde se le quiera ver y ante quien se le quiera poner, su pasado lo avala, su presente lo acredita. La última palabra es de usted.