Impuestos a los refrescos en México no reflejan disminución a su consumo

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Jalisco.- Arturo Robles tiene 52 años de edad y desde los ocho toma refrescos de distintos tipos. Era lo primero que compraba cuando tenía dinero.

Sus padres le daban unas monedas y él iba por tres o cuatro botellas. Se las bebía rápido. Al verlo, lo regañaban: “¿Por qué no compras dulces? ¿Por qué no compras paletas?”, le decían. Él no hacía caso. Cada que tenía dinero iba a la tienda y saciaba su sed.

Arturo Robles es guardia. Antes de llegar a su lugar de trabajo pasa por una tienda y tres litros y medio de refresco. A veces no alcanza y por eso adoptó la costumbre de tener, de reserva, una botella de dos litros.

Para no hacerse tanto daño, Arturo decidió hace poco probar diferentes sabores, aunque él prefiere la negrura refrescante y rasposa de las bebidas de cola. “Sí tomo algo de agua, pero poquita. Pero no natural, sino de frutas. Yo creo que a nadie le gusta el agua natural. No sabe a nada. Yo soy adicto al refresco, ni modo que no”.

El reporte técnico “Del Gasto y la Demanda de Refresco de los Hogares 2012-2014” señala que las disminuciones del gasto en general de los hogares y del ingreso en términos reales entre 2012 y 2014, dadas a conocer por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), pudo tener influencia en la reducción en el consumo de refrescos, independientemente del incremento en el precio de estas bebidas.

Especialistas señalan que el consumo sin mesura de refrescos acarrea problemas a la salud, como obesidad o sobrepeso. Además, por el elevado uso de azúcares, pueden ser detonantes de diabetes entre la población, así como de otros males cardiovasculares.

MEXICANOS PREFIEREN LAS BEBIDAS AZUCARADAS

Bajó el consumo en los últimos dos años, pero es insuficiente

•  El estudio, elaborado por José Romero Tellaeche y Eneas Caldiño García, doctores por el Colegio de México, y por los maestros Enrique Minor Campa y Carlos Romero Hernández destaca que la población de mayores ingresos redujo su consumo de bebidas azucaradas, mientras que en los de bajos estratos los refrescos son parte de la dieta diaria.

• En las localidades menores a dos mil 500 habitantes, la disminución en el consumo de refrescos entre 2012 y 2014 fue de apenas 3 por ciento.

•  En localidades de 15 mil a 100 mil habitantes se observó una disminución de 8.8% en el consumo de refrescos.

•  En zonas suburbanas y grandes ciudades el consumo promedio de refresco disminuyó 0.5% anual.

• Las entidades ubicadas en el Centro de México tuvieron una disminución en el consumo de 4.4%.

• Los impuestos establecidos a los refrescos en México no reflejaron una disminución a su consumo.

 

Fuente: EL INFORMADOR