Gobiernos de Minoría

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Por Mario Acevedo Manzano

Con una inversión aproximada a los 10 mil millones de pesos, sumando las cantidades del gasto federal y estatal, los 83.5 millones de electores registrados en el padrón electoral renovaran la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, gobiernos estatales, congresos locales y presidencias municipales.

El gasto público invertido en lograr una mejor calidad de la democracia y lograr hacer los cambios de gobiernos en el ejercicio del voto ciudadano es muy redituable, puesto que, permite a los mexicanos, la estabilidad política y social y como consecuencia de esta, se logra un mayor desarrollo económico reflejado en una mayor oferta de bienes y servicios para satisfacer la demanda social.

Mayor inversión en dinero público no produce en automático una mejor democracia, al contrario, el gasto público invertido en autoridades electorales, justicia electoral, partidos y campañas políticas, es motivo de discordia entre los Partidos cuando existe desigualdad en las cantidades correspondientes a cada uno y la autoridad electoral es incapaz de vigilar los topes de gasto para los cargos de elección popular, también, el dinero dedicado a la operación de los Partidos políticos no contribuye a fortalecimiento de los mismos, más bien, ha creado una especie de burocracia partidista y grupos de interés político al interior de cada partido que se apropian de la dirigencia y terminan eliminando la democracia interna de cada Partido e imponen candidatos afines a cada grupo de interés político.

El sistema electoral mexicano tiene una falla estructurales cuando existen gobiernos de minoría, por ejemplo, Peña Nieto y el PRI hacen gobierno con un poco más de un tercio de los votos, cuando para legitimarse cualquier gobierno democrático debe ganar con el 50% de los votos más un voto, entonces, ¿en dónde está la democracia? Cuando las mayorías deben prevalecer sobre las minorías, en Colima los gobiernos priista son de minoría y si un gobierno representa a todos los ciudadanos el gobierno estatal debe ser en proporción a los votos de cada Partido. Ya la candidata del PRD Martha Zepeda anuncio un gobierno plural, está claro, mientras existan gobiernos de minorías se debe repartir la responsabilidad de gobierno en la misma proporción de los votos sufragados, algo similar al Congreso de la Unión en donde las minorías están representadas en los cargos de representación proporcional y, si el Poder legislativo tiene representación de las minorías ¿a qué se debe que en el Poder ejecutivo no existan representación de las minorías?

Lo anterior son fallas de la legislación electoral en donde permite la representación de las minorías en el Poder Legislativo y las excluye del Poder Ejecutivo y tiene que ver con el Presidencialismo arraiga por siglos en el gobierno mexicano en donde el caudillo concentra el Poder del Gobierno,

ya es tiempo de situar al presidencialismo en la dimensión democrática que merece y no es otra sino cumplir con la voluntad de los votantes.

Las autoridades electorales si tienen que ver en la calidad de la democracia, años pasaron para quitar la operación de las elecciones al gobierno y lograr autoridades electorales independientes garantes del respeto al voto, hoy si son independientes las autoridades electorales, pero les falta, ejercer en pleno su libertad y despojarse de los atavismos ancestrales de la dependencia del gobernador y/o presidencia de la Republica para cumplir con plena responsabilidad sus funciones de dar garantía a los procesos electorales sin injerencias de ningún poder del gobierno.

Las campañas electorales es la parte débil del sistema electoral mexicano, insultos, chismes, ataques personales, propuestas irrealizables, son algunas muestras en las actuales campañas en donde se omite lo esencial entre cada uno de los candidatos para quedar todos igual y decepcionar a un electorado harto de la demagogia partidista por obtener votos.

La gente dice…continuismo o cambio es la disyuntiva y todo parece ser que los indecisos decidirán la elección o el voto útil por el mejor candidato.