Fátima, las 43 y… ninguna más

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Por: Francisco Pérez Medina

Ya hace dos semanas de la muerte trágica y brutal de Fátima, de tan sólo 7 de años, por parte de dos presuntos feminicidas conocidos por su familia. Hecho lamentable que despertó la conciencia de la sociedad mexicana en torno a un grave problema, que ha ido incrementándose, en prácticamente en todo el territorio nacional, que requiere la intervención de las autoridades y de la sociedad: el feminicidio.

La reacción de redes sociales exigiendo justicia, hizo que, el aparato gubernamental de la ciudad de México, redoblaran esfuerzos por apaciguar a una sociedad encolerizada que reclamaba resultados ante el terrible feminicidio, mismo que dio resultados, primero, al ubicarles, en cuestión de días, en colaboración de la Guardia Nacional y las autoridades del Estado de México y detenerlos, después. Pero, quién realmente fue clave para la detención, fue la Tía de la pareja, quien, en un ejemplo de moral, deber ciudadano y de justicia hacia su sobrina, los delató sin pedir la atractiva recompensa ofrecida por las autoridades; extrañamente, el gobierno federal, no hizo mucho por enfrentar el problema, seguramente, porque no entraba en los planes de su agenda pública. Esa indiferencia, percibida por la sociedad, le ha venido generando una serie de críticas, que ya marcan una diferencia y rompimiento entre el gobierno y la sociedad.

Al igual que con el gobierno federal anterior, en el que la sociedad y la opinión pública, tuvieron ese desencanto y quiebre de confianza -que nunca más hubo reencuentro- y, que ahora, no sabemos si, con el actual, se pueda reconciliar. En aquel lejano 2014, tardaron 11 días en atender el caso de 43 jóvenes normalistas desaparecidos, argumentando ser un caso que debía atenderse por la autoridad estatal y municipal. El Gobierno actual le sucede algo similar; desestimaron un problema, que se fue incrementando como lo expresamos en nuestra colaboración anteriorhttps://www.colimanoticias.com/ahorita-no-nos-pinten-las-puertas/. Podemos añadir que, las no más de cincuenta que se atrevieron a hacer pintas en Palacio Nacional, se han convertido en “Las 43” de este gobierno. Lograron despertar un movimiento que, hablando con el argot favorito del deporte de nuestro presidente, el beisbol, le poncharon con un doble play forzado a la inversa derivado de errores por sí mismos en la segunda entrada de su gobierno.    

Por último, el movimiento “#El9NadieSeMueve” iniciado por Las Brujas del Mar de Veracruz, promovido y viralizado por distintos grupos de mujeres, es la clara señal de que, el error de cálculo ya mencionado será la verdadera prueba de fuego para este gobierno y para la sociedad. El próximo lunes 9 de marzo, saldrán a las calles a manifestar su sentir, con o sin el permiso de nadie; harán valer su postura. Por el bien de nuestro país, que las autoridades y los ciudadanos escuchemos y pongamos atención a sus demandas para terminar con los feminicidios que garanticen que: ninguna más.

¿Usted qué opina estimado lector?  

Salida

1.- Reconocer el trabajo que viene realizando el comisionado para la seguridad del municipio de Colima; con creatividad, comienza a recuperar las casetas de policías, pintándoles con una propuesta que rompe con esquemas tradicionales, acercando al ciudadano en confianza con sus autoridades. Un acierto que potencia una buena percepción sobre el trabajo realizado por este orden de Gobierno.

2.- No importa que sean mujeres con ideología de derecha o de izquierda, liberales o conservadoras, morenistas o de oposición, cristianas o católicas, niñas o adultas: si no se atiende el grave problema, corren el riesgo de perder su existencia y no ser nada. Mientras las autoridades sigan pensando que este movimiento es contra ellos, definitivamente, seguirán, con un erróneo diagnóstico, por el camino de la indolencia, insensibilidad y la omisión. Es una lucha contra un sistema patriarcal que está sentenciado a desaparecer, lo quieran o no las autoridades.