No es por la igualdad, sino por la equidad, la lucha que deben dar las mujeres: Investigadora de la UNAM

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Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- “La equidad de género está en el derecho, pero no tenemos una equidad de facto, porque en el país hace falta un tercer elemento: cultura política y cultura social”, dijo María Leoba Castañeda Rivas, investigadora de la UNAM, durante la conferencia magistral para conmemorar el 61 aniversario del voto femenino, que dictó este fin se semana en el Archivo Histórico y Hemeroteca de la Universidad de Colima.

El camino para que las mujeres pudieran tomar decisiones activas en el país no fue fácil, recordó. Durante un congreso femenil fueron insistentes y dieron argumentos fuertes, con una gran carga emocional; “no dijeron: ‘queremos ser iguales que los hombres, queremos luchar desde la misma palestra’. Ellas dijeron: ‘Somos un grupo de mujeres y vale la pena que ustedes varones nos den la posibilidad de votar y ser votadas, porque deben recordar que desde el punto de vista familiar tenemos la formación de los jóvenes, de los infantes que deberán ser los ciudadanos del país’”, comentó la investigadora.

Pero se les negó la oportunidad. Fue en 1953, cuando se reconstruyó ese congreso femenil, y por iniciativa de Adolfo Ruiz Cortines, que las mujeres pudieron votar y ser votas. Sin embargo, no se logró lo que se esperaba, pocas mujeres estaban inmersas en los cuadros políticos. Es hasta 1974 cuando Luis Echeverría hace una propuesta de igualdad de la mujer y se edita el cuarto artículo constitucional, el cual reconoce que hombre y mujer son iguales ante la ley.

¿Pero cuál fue el efecto? Cuestiona Castañeda Rivas, “sí teníamos el voto, teníamos igualdad, pero en los partidos las mujeres seguían estando en segundo lugar. Además, se decidió que si la mujer era trabajadora debía tener un salario igual al del varón si éste era el encargado de sostener a la familia. Cuando se dio la igualdad, entonces las mujeres tenían que aportar lo mismo para la casa, incluso empezamos a tener elementos para que los hombres pidieran pensiones alimentarias”.

“Creo –dijo la investigadora– que es una igualdad mal concebida porque también se perjudicó a la mujer”. Ella considera que se debe luchar por la equidad: “Las mujeres no somos iguales a los hombres, biológicamente somos diferentes, tenemos habilidades diferentes”.

“Yo no pienso que sea una buena labor de las feministas a ultranza, aguerridas; no las crítico, cada quien piensa a su manera, pero creo que debe haber una complementación de lo que una persona hace frente a la otra, sólo así habrá equidad”, agregó.

Dijo que debe haber ejercicios donde se midan “al tú por tú” las capacidades de los dos y que gane quien esté mejor capacitado, y no como se ha hecho hasta estos días, puesto que cuando una mujer llega al poder surgen comentarios negativos, mientras que cuando es el varón se dice que es sumamente brillante, aunque las habilidades indiquen lo contrario.

Finalmente, dijo que “se necesita una cultura de equidad y que las mujeres se reconozcan a sí mismas, puesto que hasta el momento hay mujeres que rechazan incluso la posibilidad de que exista una mujer presidenta, “y yo estoy cierta de que eso ocurrirá”.