EL VALOR DE LA AMISTAD

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José Díaz MadrigalDentro de la comunidad libanesa mexicana,  es bastante conocida la anécdota que surgió justo cuando invitaron al presidente Adolfo Lopez Mateos, para inaugurar el Centro Libanés de la Ciudad de México. Fue en el mes de Noviembre de 1962 -se acaban de cumplir 60 años- cuando los integrantes de ésta agrupación, formada por prósperos comerciantes, intelectuales y profesionistas de primera y segunda generación ya asentados en el país; habían terminado de construir su lugar de reuniones.El presidente viajero, como se le conocía a Lopez Mateos, era un personaje alegre, divertido y muy elocuente; querido por los libaneses mexicanos a la vez, él mismo tenía en alta estima a ésta nueva familia mexicana procedente de la tierra de los míticos  cedros. Los reporteros de diferentes medios informativos presentes en el evento, abordaron al presidente con el fin de que externara un mensaje, acerca de las flamantes instalaciones y también la opinión que tenía respecto a la comunidad libanesa.Don Adolfo con la jovialidad que le caracterizaba, se extendió en la declaración que hizo a los periodistas; hablando de lo que se benefició nuestro México con la llegada de ésta trabajadora y generosa gente, que además tienen  una apreciable virtud, son excelentes amigos. Rematando sonriente su intervención ante el montón de reporteros diciéndoles: Quien no tenga un amigo libanés. . . Que lo busque. Siendo estas mismas palabras las que plasmó, en el libro de visitantes distinguidos.Viene a tema ésta historia porque hoy es 25 de Diciembre, fecha en que el mundo Cristiano celebramos el nacimiento de Dios hecho Niño. La Navidad es la época del año que nos recuerda distintos valores humanos, pero existe uno que tiene especial importancia para la fortaleza mental de las personas, puesto que en el afán ordinario de la existencia; constituye un equilibrio emocional y de estado de ánimo. Éste notable valor es la amistad. Los buenos amigos aderezan y mejoran la salud de las personas.La conexión entre amistad, compañerismo o hermandad; está íntimamente ligado al vigor físico y al bienestar anímico de la gente. Proporciona alegría y reduce el estrés, tener amigos te ayuda a sobrellevar traumas como el divorcio o enfermedades, mejora la confianza en uno mismo. Los amigos tienen una función importante, ya que contribuyen a evitar estados depresivos. De hecho, personas con relaciones de amistad valiosas, viven más que las que no las tienen.La amistad también va de la mano con el agradecimiento y la reciprocidad en el caminar de la vida. La falta de reciprocidad de un amigo a otro que lo ayudó, se llama ingratitud y la ingratitud es olvido, es faltar al honor es no tener dignidad.Sin lugar a dudas la amistad enriquece a las personas, les ilumina el rostro, las llena de luz. Mucho más sí son divertidas, con sentido de humor; tratarse así, es una fiesta, un deleite de regocijo frecuente, ameno y agradable.Desafortunadamente, a veces, en lo acelerado del mundo actual, no dedicamos tiempo de calidad a las buenas amistades; que terminan por enfriarse, por alejarse. En la pequeña novela El Principito, en la descripción de la fábula del zorro se lamenta: Los seres humanos quieren comprar de prisa en las tiendas todo desechable, sin embargo no hallan amigos porque ahí no se encuentran.Los amigos no se dan en racimos o como foquitos en serie, los amigos se forjan de manera individual, poco a poco con las manos casi de modo artesanal. La amistad sincera  no se lleva con los cara de vinagre, ni con el orgullo desmedido o engreimiento; tampoco con la soberbia, mucho menos con los malos tratos.Este día de Navidad, es tiempo favorable para que el regalo de la amistad, renazca de nuevo; con entusiasmo, con alegría de vivir. Démonos otra oportunidad de ser felices, sin engañarnos a nosotros mismos.Procuremos el gusto de hacernos encontradizos con viejas amistades, busquemos (como decía don Adolfo, un amigo. . .) acá en este caso, de nuestro entorno. Al  fin que hemos sido creados para no estar solos.La dulzura de la amistad es consuelo del alma.Proverbios 27:9Feliz Navidad