El cuento expresa una revelación: Luis Felipe Lomelí

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*El escritor, Premio Latinoamericano de Cuento “Edmundo Valadés”, impartió un taller de creación a jóvenes de la U de Colima.

Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- “La literatura no se puede reducir a las ciencias sociales”, reflexionó en voz alta el escritor Luis Felipe Lomelí, invitado por la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima para conversar y promover la creación literaria.

El literato explicó la imposibilidad de reducir los enunciados de verdad que transforman nuestra vida y retomó el ensayo para hablar sobre la trascendencia del ser narrador. Agregó que en la academia domina el ensayo positivista, que habla desde el yo en el mundo, y que los de Montaigne se perdieron en la academia.

Ante estudiantes de la Escuela de Filosofía de la Universidad de Colima, profesores de literatura y redacción, el autor de “Indio borrado” (Tusquets Editores, 2014), ya agotado, reconoció el valor literario del cuento americano.

El escritor precisó que el cuento expresa una revelación: “La revelación puede tomarse del drama y cambia el mundo para siempre”.

Luis Felipe mostró su habilidad narrativa así como la experiencia que le mereció el Premio Latinoamericano de Cuento “Edmundo Valadés” por el trabajo “El cielo de Neuquén”, publicado en el libro “Ella sigue de viaje”. En síntesis, el cuento latinoamericano, dijo, “termina cuando aparece el conflicto”.

Al abordar los ámbitos de la novela, el creador literario expuso los momentos lúcidos del escritor, sus dudas, los tiempos de la narración y “las broncas que uno mismo trae como autor”.

Luis Felipe comentó, además, que la narración en primera persona del singular expresa lo íntimo, “la segunda persona es intermedia y la tercera ayuda a escribir la subjetividad de los sentimientos”.

En la novela, expuso, cada final de capítulo plantea una disyuntiva que el narrador tiene que guardar “porque las disyuntivas le dan velocidad a la obra”.

El escritor dijo, finalmente, que “la buena literatura es como la buena música: Impredecible”.