BRYCE NO IRÁ A LA FIL, LA FIL IRÁ A BRYCE

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    La decisión fue tomada hace dos días por los miembros de la Asociación Civil Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo; en sesión ampliada, la Comisión de Premiación decidió que, debido a “los señalamientos de miembros de la comunidad académica y cultural en México sobre la concesión del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2012 al escritor peruano Alfredo Bryce Echenique”, por única ocasión cambia el formato y en los próximos días “un directivo de esta Asociación se encontrará con el premiado en su ciudad de residencia, para hacer efectiva esta entrega”.

    En el comunicado de prensa emitido por la FIL de Guadalajara ayer, la Comisión de Premiación, conformada por Raúl Padilla, presidente de la Asociación Civil del Premio; Roberto Vázquez, secretario técnico del Conaculta; y Joaquín Díez Canedo, director del Fondo de Cultura Económica, entre otros, manifiestan comprender “el malestar de quienes han protestado contra la decisión del jurado y respetamos las posturas críticas expresadas”, pero dicen que la decisión del jurado es inapelable.

    Ante lo cual, y luego “de una amplia valoración de los distintos argumentos que se han manifestado alrededor de este asunto”, tomaron la decisión de modificar el formato de entrega. Se amparan en la cláusula décima de la convocatoria del premio, que les otorga la facultad de resolver situaciones no previstas. “Consideramos que el ambiente que han propiciado las críticas al fallo del jurado y el malestar expresado por algunos académicos y miembros de la comunidad cultural, han dado lugar a una situación extraordinaria que justifica esta decisión”.

    ¿Valoran calidad moral?

    Desde la designación de Bryce Echenique como ganador del premio que han obtenido Nicanor Parra, Juan José Arreola y Juan Gelman, entre otros, se generó el respaldo de admiradores y, ante todo, la crítica de la comunidad cultural y académica, pues pesan sobre el narrador acusaciones de plagio por un número incierto de artículos periodístico.

    Hasta el momento, el escritor peruano no se ha librado de la gran mayoría de esas acusaciones e incluso ha sido desmentido por el Indecopi; el pasado 3 de octubre, ese organismo estatal de derechos de autor de Perú negó que hubiera devuelto la multa impuesta a Alfredo Bryce Echenique en 2009.

    Aunque nadie ha puesto en duda la calidad literaria del narrador nacido en Lima en 1939 ni nadie ha negado que Un mundo para Julius y La vida exagerada de Martín Romaña son novelas fundamentales de la literatura latinoamericana, instantes después de su designación comenzó un movimiento de descontentos en Twitter, que pronto se convirtieron en cartas de intelectuales que exigían “reconsiderar” el galardón y una misiva firmada por 110 escritores, profesores e investigadores de universidades que respaldaban a Bryce Echenique y al jurado.

    Lo que muchos cuestionan todavía es la negativa del jurado a ver las acusaciones de plagio o a desestimar el periodismo como parte de la escritura total de Bryce Echenique.

    Al principio de esta semana, José Antonio Aguilar, firmante de la carta que hicieron pública 12 intelectuales, entre los que se encuentran Mauricio Tenorio, Soledad Loaeza, Fernando Escalante y Gerardo Esquivel, replanteó las preguntas que ya se había hecho Jorge Volpi en un amplio texto que publicó el 7 de octubre en su blog: “¿Debe un jurado literario avalar no sólo la obra de un escritor, sino su conducta ética? Creo que ésta es una pregunta válida que no tiene una respuesta rápida ni sencilla. ¿Qué pasa si un autor es un gran novelista y un gran pillo? ¿Debe el jurado ignorar las conductas éticas que caen fuera del ámbito literario?”, señaló el académico mexicano.

    Mauricio Tenorio aseguró a EL UNIVERSAL que “juzgar la calidad literaria de alguien como Alfredo Bryce Echenique no es el tema. El tema es que era, hoy por hoy, inelegible” e incluso agrega: “Firmé una carta que expresaba el descontento de uno que lee y escribe ante el premio mayor a uno que ha pecado contra el oficio. No firme un desplegado en contra de Volpi, de la literatura de Bryce o de nadie”.

    Jorge Volpi, quien fue uno de los miembros del jurado que le concedió el premio a Bryce Echenique y que declinó responder a una entrevista de EL UNIVERSAL, señaló en su blog que decidió no pronunciarse -no avalar ni condenar- las acusaciones de plagio recibidas por Bryce. “En contra de lo que propugna nuestra ‘inquisición’, consideró que no es función de un jurado literario erigirse en jurado criminal. Querer arrebatarle a Bryce un reconocimiento a su obra narrativa es, en cambio, un atentado a la legalidad”, afirmó.

    El alto costo del plagio

    A principios de 2007 surgieron las primeras denuncias de plagio contra el escritor Alfredo Bryce Echenique. Entonces, el novelista las rechazó rotundamente y a lo largo de estos años ha apelado en varias ocasiones a que fue un proceso “injusto”.

    Durante el enlace telefónico cuando fue anunciado como el ganador, dijo: “Ese es un juicio absolutamente irregular, que voy ganando uno tras otro a todos los adversarios que me denunciaron; para empezar no se refiere a mi obra en absoluto, y en segundo lugar era anticonstitucional porque nunca supe nada, yo vivía en Barcelona y jamás se me notificó”.

    Sin embargo, aunque por una parte dice que es inocente, por la otra ha alegado que los artículos se publicaron sin su autorización y ha argumentado, incluso, problemas informáticos. “Se trató de un error de mi secretaria -llegó a decir Bryce- y por el apuro por acabar mi última novela…”.

    En noviembre de 2007, el Indecopi le abrió una investigación por el presunto plagio de seis artículos publicados con su nombre en El Comercio de Lima entre 2006 y 2007. Después de ese escándalo, el periódico Perú 21 dijo que eran 27 casos. En 2009, Indecopi lo encontró culpable de plagió de 16 artículos publicados principalmente en España y lo sancionó a pagar más de 57 mil dólares.

    Los datos no se unifican, hay quien dice que Bryce Echenique se vio envuelto en 27 acusaciones de plagios a académicos españoles que colaboran en la revista Jano; el escándalo saltó cuando el ensayista Herbert Morote acusó a Bryce de plagio.

    EL UNIVERSAL buscó a varios de los integrantes del jurado, entre los que están Leila Guerriero, Calin Mihailescu, Mark Millington, Julio Ortega, Mayra Santos-Febres, Margarita Valencia y Jorge Volpi, para tener su opinión, pero desistieron a hablar. Ni siquiera Mihailescu, quien el 4 de septiembre dijo a este diario: “Desde nuestro punto de vista, porque claro, los jurados lo discutimos, creemos que el plagio de unos artículos, sea una o 17 columnas, de pequeñas artículos periodísticos, es algo menor que no toca a su gran obra”.

    En distintos momentos, Alfredo Bryce Echenique, quien además de escritor es licenciado en Derecho y realizó estudios de Letras en Lima y en la Sorbona de París, ha declarado que no renunciará al premio.

    Lo ha hecho a pesar de que el Indecopi lo desmintió y de que el pasado 15 de octubre, Marco Martos, presidente de la Academia de la Lengua de Perú, declarara que desde hace tiempo la institución dejó de postular a Alfredo Bryce Echenique para premios literarios y señalar que los asuntos de plagio se tienen que resolver en las instancias judiciales.

    El UNIVERSAL buscó ayer a Raúl Padilla, Roberto Vázquez, Dulce María Zúñiga y Josquín Díez Canedo, varios dijeron estar en junta o que no tenían nada que agregar.