Sociedad de la información
Por: Alfonso Polanco Terríquez
Emiliano Zapata, líder del movimiento zapatista, murió el 10 de abril de 1919. Ayer se cumplieron un centenario de su asesinato en una hacienda de Chinameca, Morelos, producto de una traición cometida por el coronel Jesús Guajardo, por órdenes del General Pablo González.
Si bien, el hecho para el gobierno de Venustiano Carranza (VC) fue de euforia, para la población de Morelos, así como otras entidades de la región y para quienes estaban del lado del Atila del Sur, su muerte era una terrible noticia, para ambos grupos consideraban su muerte como el fin del movimiento zapatista.
¿Cómo era Emiliano Zapata? No hay certeza, el grupo en el poder a los que combatió han creado alrededor de su personalidad una serie de mitos, que distorsionan su lucha, ideología por la cual dio su vida, más en honor a la verdad, el pueblo de México esas historia no las han creído, porque a la población, si bien es cierto no tienen una seguridad de cómo era, los mexicanos si tienen en claro, lo que no era.
A la frase del Zapata –La tierra es de quien la trabaja-, bien le podemos agregar, y la historia también, Emiliano vive en nuestra Constitución Política, más allá de las películas, series de televisión, palabras dichas por él, algunas retomadas en la Real Academia Española y una banda de rock en su nombre, su legado perdura.
Excelente, que con motivo del fallecimiento del Caudillo del Sur, en diciembre del 2018, el Congreso de la Unión haya declarado el 2019, como el año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata, como leyenda que deba inscribirse en toda documentación oficial, una forma digna de recordar, honrar su memoria, más hay una ausencia de reflexión para mantener vigentes sus ideales y objetivos,
La muerte de Emiliano Zapata solo se pudo lograr con base en una traición, prestigiados generales de la época habían fracasado por vencerlo: como: Juvencio Robles, Victoriano Huerta, Pablo González y el propio Felipe Ángeles (posteriormente brazo derecho de Francisco Villa); estos generales no pudieron realizar la encomienda.
Yo, como no soy político, no entiendo de esos triunfos a medias; de esos triunfos en que, como en mi caso, se me ofrece, se me exige, dizque después de triunfante la revolución, salga no sólo de mi estado, sino también de mi Patria (Emiliano Zapata a G. Magaña, 1911). Si la revolución no hubiera sido a medias y hubiera seguido su corriente, hasta realizar el establecimiento de sus principios, no nos veríamos envuelto en este conflicto -Zapata a Madero, agosto de 1911- (ambos tomado en https://www.nacion321.com).
No puede darse, en efecto, nada más anticonstitucional que el gobierno de usted; en su origen, en su fondo, en sus detalles, en sus tendencias. En el terreno económico y hacendario, la gestión no puede haber sido más funesta. ¿Existe el libre sufragio? ¡Mentiras! En materia electoral, ha imitado usted con maestría y en muchos casos superado a su antiguo jefe Porfirio Díaz. Usted ha orillado a nuestro país a la ruina en lo económico, en lo financiero, en lo político y en el orden internacional. La política de usted ha fracaso ruidosamente (tomado en https://www.nacion321.com).
Lo anterior es un extracto de una carta enviada de Zapata a Carranza, misiva donde podemos visualizar cómo el Caudillo del Sur pensaba con respecto a VC: ya no creía en él, mucho menos en su dotes de pacificador, político y gobernante, misma que según historiadores fue significativa para que VC, instruyera al General Pablo González, la muerte del Atila del sur.
Para finalizar, comparto a ustedes palabras del historiador Felipe Ávila sobre Emiliano Zapata: es el personaje que mejor simboliza la lucha de los campesinos por la tierra, la justicia, la libertad y la dignidad. Líder auténtico, campesino de clase media rural, campesino que trabajaba su tierra, animales (vacas, toros, caballos y mulas), hombre que no se dejaba y defendía con ahínco a los pobres en busca de justicia, este era Emiliano Zapata.