SI EL PRI-VERDE PERDERÁ LAS ELECCIONES, ¿POR QUÉ LO ATACAN O DIFUNDEN MENTIRAS?

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

Desde antes de que Enrique Peña Nieto ganara la elección y durante su periodo como presidente de México, ha sido sistemáticamente atacado por la clase política de oposición, por un porcentaje de ciudadanos que consideran que insultar o hacer “memes” mejorará su vida y la del país, y con los fervientes seguidores de Andrés Manuel López Obrador conocimos lo que es el exceso de la crítica que en los sitios de internet que se difunde información, llega al punto crítico de violentar a quien no esté de acuerdo.

Curiosamente la gente habla del hartazgo, pero al preguntarles específicamente de qué, no responden de manera certera, sino al contrario, dicen que están hartos del PRI, del Partido Verde, pero no existe una razón que vaya con el concepto de hartazgo político y lo que resulta peor, muchos lo escucharon de alguien y se escuchaba bien, así que decidieron imitar frases y repetirlas, aunque realmente siguen un conjunto de ideas, frases, groserías y burlas que les llegó o fue vista a través de una red social.

Estoy de acuerdo en ser tolerantes, pero ese ejercicio debe de ser de ida y vuelta; estoy de acuerdo en que los mandatos presidenciales del PRI y PAN hubo errores, pero no podemos negar que también hubo grandes aciertos y siempre la oposición será la piedra en el zapato de cualquier político o partido en funciones, porque representarán una alternativa, que conocida o no, siempre será la segunda o tercera opción para un ciudadano molesto por diversas causas.

Tomaré solo un ejemplo, hablaré del lamentable suceso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrido el 26 de septiembre de 2014, cuando un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos se trasladó a la ciudad de Iguala, Guerrero, para realizar una colecta y participar en una marcha universitaria en la capital mexicana.

En Iguala, los estudiantes fueron atacados por funcionarios de la policía municipal de la ciudad. En el ataque resultaron 10 normalistas heridos, tres muertos y 43 desaparecidos.

Desde esa noche no se sabe de su paradero.

En este lamentable suceso, donde se perdieron vidas de jóvenes, mismo que estremeció a la sociedad, y el caso incluso tocó escenarios de organismos internacionales, es muy lamentable; sin embargo, el principal culpable, de acuerdo a la gente, fue: El gobierno.

Vamos por partes, en una entidad como Guerrero, que en el 2014 estaba a cargo de un gobierno perredista dirigido por Ángel Aguirre Rivero, que buscando en su biografía fue durante muchos años militante del PRI pero renunció de sus filas para sumarse al PRD, en un estado marcado por la violencia y la delincuencia.

El gobierno de ese estado estuvo involucrado a nivel municipal en los sucesos de Iguala, el ex alcalde José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda fueron los presuntos autores intelectuales de estos crímenes; los policías municipales fueron los autores materiales de las agresiones (dentro de ellas seis asesinatos) y el secuestro de los 43 normalistas desaparecidos.

Las autoridades de Guerrero, pese a que tuvieron información el mismo día 26 de septiembre de lo que ocurría, no hicieron nada para frenar las agresiones ni trasladarse al sitio de los hechos e iniciar de manera inmediata las indagaciones.

Cuando el asunto se salió de las manos, buscaron que el caso lo atrajera el Gobierno Federal; cuando se dio el resultado, esto no satisfizo a los padres de los estudiantes desaparecidos y sin más culparon al Gobierno Federal, luego vino la intromisión de extranjeros, que dieron sus opiniones forenses aunadas a las políticas, para hacer de este lamentable suceso que estaba siendo investigado, una mala etiqueta para el depositario del poder en el país y su gabinete de seguridad.

Ahí la gente no fue objetiva, ahí se buscaba vengar el dolor y la desesperación, y la factura fue endosada a Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong y al procurador en turno. Pero la gente olvidó quién generó el problema de raíz, porque el alcalde y esposa, mejor conocidos como “Los Abarca”, estaban encarcelados y Ángel Aguirre fue destituido, ambos miembros del PRD, pero eso no pesó, la culpa fue como lo ha sido históricamente para el PRI.

Y como dato adicional, quisiera decirle amable lector, lectora, que después del lamentable caso de Ayotzinapa, el estado de Guerrero es gobernado por Héctor Antonio Astudillo Flores, con militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Ahora regreso a las elecciones del 2012, donde estaba este mismo ambiente, donde la palabra hartazgo era la favorita, y el ciudadano decidió darle su voto al PRI después de dos sexenios fallidos del PAN, mismos que la militancia y su candidato a presidente de la República, Ricardo Anaya, critican.

En esa misma campaña se decía en todos lados que Andrés Manuel López Obrador ganaría la elección, pero llegado el momento decisivo, el ciudadano sin vacilar dio su voto al PRI, quien sacó adelante una elección que se decía perdida.

Hay que recordarles a los seguidores de AMLO que él tiene sus orígenes en el partido que tanto critica, el PRI, y que las mismas circunstancias del 2012 son las que se están viendo en este 2018, de lo contrario, ¿por qué tanto ataque si la oposición va a ganar?, ¿por qué venir a Manzanillo a recibir un premio de todos los periodistas de Manzanillo y Colima, cuando sólo unos cuantos participaron en esa mampara política?

Dicen los viejos sabios que la gente que se ve perdida siempre le tiran a lo alto y siempre enlodan lo que brilla. Ahí están los hechos, que dejo a su criterio y al bendito tiempo… él nos dirá con el voto ciudadano quién ganará la elección del domingo primero de julio.