José Luis Cobián|CN COLIMANOTICIAS
Manzanillo, Col.- El talento de un niño se reconoce cuando se divierte, especialmente realizándolo, destacando el aspecto lúdico, es decir, mediante el juego como elemento principal donde el niño aprende de forma autónoma y sin influencias.
El lunes cuando partía del Centro Universitario de Bellas Artes de Manzanilllo (CUBAM), al terminar la última clase, me llamó la atención un niño que encontré cantando frente al equipo de sonido de uno de los profesores.
Luis Fernando Ramírez Peredia, de tan sólo cinco años, bailaba y cantaba feliz, sorprendiéndome su capacidad de disfrutar, apasionarse y destacar en algo como es el canto.
Al respecto, el Director del Centro, Juan Pablo Gaytán, comentó: “Es muy pulcro con el ritmo, lo hace de una manera natural, tiene un oído increíble para la música, es un diamante que ya se está puliendo solo, porque ahora quizás las clases técnicas no las entienda. Tiene virtuosismo, un talento natural que cuando crezca y entienda la técnica va a ser un buen cantante. Tiene las dos cosas que quisiera tener todo cantante, es entonado y rítmico, aparte que tiene carisma”.
Agregó que sólo se le tiene que cuidar la voz, porque las voces masculinas cuando empiezan de chicos y no se cuidan en los cambios de edad, se lastiman las cuerdas vocales.
Finalmente, como bien se dice, para ayudar a descubrir los talentos particulares de cada niño, es necesario dedicar tiempo en seguir las pistas que la personalidad del niño va mostrando desde los inicios. Es muy probable que la vena inspiradora provenga de su mamá, la cual es profesora del centro y lo apoya dándole espacio para su desenvolvimiento.
Luis nació en la bella comunidad de El Colomo y a su corta edad no ha sido difícil para su familia encontrar las pistas para descubrir lo que le inspira.