La Panga
Por: Mayahuel Hurtado Ortiz
Uno de los temas que más interesa a los habitantes y ciudadanos que trabajan desde Tapéixtles, San Pedrito, la zona centro de Manzanillo, Sectores 5, 6, La Alameda, Las Palmitas, y los accesos a las comunidades de El Colomo y Campos es, sin duda alguna, el que concluyan las obras del túnel ferroviario, puesto que es una obra que aparte de favorecer el movimiento de cargas contenerizadas en el puerto, representa un desahogo en la movilidad de sus arterias viales para que en el menor tiempo posible se pueda atravesar esa zona de un extremo a otro.
Y es que este túnel le persigue el fantasma de la incomprensión, muchos querían que el proyecto de La negrita fuera aprobado, mientras que otros garantizaban que una obra vanguardista de primer mundo sería más segura y útil para los objetivos que perseguía la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Nadie puede olvidar que esta obra ha sido una de las más demandadas de la historia de Colima, pues se recuerda que desde los tiempos en que Carlos Salinas de Gortari estaba como candidato del PRI a la Presidencia de la República, al visitar el puerto de Manzanillo, la principal petición que hicieron sus habitantes la de que se buscara la posibilidad de sacar las vías del tren del centro de la ciudad.
Solamente las personas que nos hemos encontrado varadas por espacio de 20, 30 y hasta 45 minutos esperando que pase el tren, atrapados sin poder desplazarnos en caso de alguna contingencia que se llegara a presentar, podemos hacer una valoración acerca de la importancia de que concluya esta obra. Y compartiré con usted amable lector, lectora, una nota que se publicó en medios electrónicos:
“En su visita a la entidad ayer jueves, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, adelantó que será en agosto y no en diciembre como se había informado previamente, cuando quede terminada la obra del túnel ferroviario que se construye en Manzanillo con una inversión de casi 2 mil millones de pesos y cuyo avance hasta el momento es del 86 por ciento.
El funcionario federal subrayó que ese túnel es uno de los ocho compromisos que hizo con Colima el presidente Enrique Peña Nieto durante su campaña, lo que significa, dijo, una obra de conectividad que busca lograr una mayor eficiencia del puerto debido a que por esa vía podrá triplicarse el movimiento de contenedores.
Lo anterior lo dijo Ruiz Esparza durante su discurso al entregar la modernización del tramo carretero Colima-Los Asmoles y el libramiento a Comala; y posteriormente, en rueda de prensa, añadió que la actual administración federal ha invertido 8 mil 500 millones de pesos en infraestructura del estado de Colima y está pendiente por invertir el resto de los 12 mil 400 millones que se tienen contemplados hasta 2018.
“Lo que puedo comprometer aquí ante ustedes y ante el gobernador es que ninguna de las obras que están en proceso de realización y que están comprometidas y que sabemos la agenda puntual van a faltar, todas ser van a concluir.
Creo que por mucho en este año los manzanillenses estaremos muy atentos a la conclusión de dicha obra, que en un importante porcentaje ya puede ser utilizada, y ha logrado desahogar el cuello de botella que se formaba desde los cruceros viales de San Pedrito hasta el punto conocido como El Tajo. No debemos de olvidar las historias amargas en donde por falta de una estructura de esta magnitud, algunas ambulancias, a lo largo de todos estos años, no lograron llegar a su destino a tiempo.
La obra del túnel ferroviario es sin duda un clamor de la gente de Manzanillo, porque el tren incomodaba a todos y nos ponía en riesgo a todos. Muchos nos preguntamos en muchas ocasiones…. ¿Qué habría pasado si un terremoto sacudiera a Manzanillo y en ese momento estuviera pasando el tren? Como lo dije en líneas arriba, fueron muchas las ocasiones en que los servicios de emergencia se quedaron atrapados y en más de una ocasión se puso en peligro la vida de las personas.
Se podrán decir una y mil cosas del presidente Enrique Peña Nieto, pero a Manzanillo sí le cumplió, porque sacar el tren de la ciudad era una obra costosa a la que ningún presidente de la República le había querido entrar.