Colima no deja de sorprenderme, para bien o para mal

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TONALTEPETL

Por: Gustavo López Solórzano

Éramos niños y en el barrio ansiábamos que llegaran diversas temporadas para disfrutar de los juegos acordes a cada uno de ellas. Aunque todas nos gustaban, siempre había alguna que representaba mayor emoción, misterio o aventura. El increíble Profesor Zovek (Francisco Javier Chapa del Bosque), era el escapista-espectáculo del momento; en la radio, nacía en 1963 el hombre que nos enseñaría la frase “El que domina la mente, lo domina todo”, Kalimán el hombre increíble.

Mi padre nos hacía papalotes para salir al viejo aeropuerto de Don Paco Zaragoza y ahí, sentir que volábamos con él. Abril y mayo eran los meses perfectos para elevar nuestros papalotes (Papalotl, mariposa del náhuatl) e incluso jugar competencias para ver cual se elevaba a mayor altura. El trompo, el balero, las canicas, el cinto escondido, las escondidas y muchos otros emocionantes juegos, formaban parte de nuestras vivas emociones. Soñar con la comunicación inalámbrica nos era permitido cada vez que veíamos las películas del Santo y Blue Demon.

Mi padre era especialista en pirotecnia y a pesar de ello, en tres ocasiones se le quemó la cohetería, la última explosión cobró la vida de una hermanita que tenía poco más de un año de edad y no resistió los daños causados por el fuego.

Maravillado por los destellos del fuego, el hombre de las cavernas supo que al dominar ese elemento adquiría un poder que serviría no solo para cocinar los alimentos, sino también para mejorar sus condiciones de vida en lo general.

Nuestra natural ignorancia de niños nos hacía desconocer los peligros a los que nos enfrentábamos, sin embargo, la pólvora era el juego que más disfrutábamos. Los cohetitos, las palomitas, las luces y los chifladores iluminaban nuestra imaginación y nos hacía sentir dueños del mundo. Por aquel entonces, un compañero de juegos mayor que nosotros, casi se vuela una mano porque le estalló un cohete derivado de un tardío lanzamiento.

La época navideña sin duda era la mejor para todos nosotros, representaba juguetes, dulces y el maravilloso regalo de tener en casa la visita de familiares que poco veíamos. Mi abuela, el ultimo eslabón de una bella dinastía familiar vivía en nuestra casa, en consecuencia, era el punto de reunión por excelencia. Hoy muchos de ellos ya no están físicamente, solo su recuerdo permanece vivo en nuestro pensamiento y el amor que nos legaron, en nuestro corazón.

Ya me puse sentimental, deseo de todo corazón que usted que me hace favor de leerme y los suyos, se den la oportunidad de vivir en armonía y sana convivencia estas fiestas navideñas. Que el amor universal inunde sus hogares y que la luz de Belén siga guiando su camino. Tengamos presente que Jesús, el niño Dios, es el motivo de este reencuentro con nuestra espiritualidad y nuestras tradiciones.

ABUELITAS:

Como padre, abuelo, tío y ciudadano, lamento profundamente los acontecimientos ocurridos a los jóvenes cuya situación circula en redes sociales y en la que uno de ellos fue alcanzado por las balas policiales. Sin duda es necesario que las autoridades correspondientes realicen una investigación para deslindar responsabilidades y que los encargados de impartir la justicia actúen en consecuencia. Me quedan dudas, Un viejo policía me dijo, “no tenemos ordenes de disparar a menos que nos ataquen”, entonces, ¿Quién dio la orden de disparar? No es la primera vez que gente inocente es baleada por la gente que está para cuidar el orden y velar por la paz y la tranquilidad. Hago oración por la salud de ese joven. Es cuánto.