Sociedad de la información
Por: Alfonso Polanco Terríquez
Una característica política desde que fuera secretario de gabinete con Silverio Cavazos (+) que ha mostrado nuestro actual gobernador de la entidad, Lic. José Ignacio Peralta para hacer cambios de funcionarios, es que tarda para tomar la decisión, sí efectúa los movimientos siempre y cuando sean necesarios, no bajo chismes mucho menos bajo presiones políticas.
¿Habrá cambios? Podemos asegurar desde este espacio que sí. En algunas áreas por el momento solo hay encargados, en otras, quienes están al frente ya dieron lo que tenían que dar, y ante los nuevo tiempos su gestión ya no necesarios, más de un ciudadano comenta que ponen en peligro la relación del mandatario con el futuro presidente del país.
Nacho Peralta, es una persona respetuosa, tiene carácter, es una autoridad que habla directo, sin rodeos. Ahora ya tiene el control administrativo, político y social de Colima, podemos asegurar que en política ha triunfado en áreas que sus enemigos lo creen vencido, derrotado. El Gobernador sabe que en sus próximos tres años tienen que dar respuesta a los colimenses, cuenta con las condiciones idóneas para lograrlo, pero tiene lastres, en la opinión pública son mal vistos.
El Gobernador, tiene ya documentado la incapacidad de gestión de algunos de sus funcionarios, de la falta de competencias para llevar a buen término las encomiendas. En la explanada del complejo es ampliamente comentado como algunas autoridades a través de emisarios atacan a otros colegas, por ese motivo estamos convencidos que tomará las medidas pertinentes, máxime cuando tendrá un embajador del ejecutivo federal en la entidad.
¿Cuándo se podrán realizar? Uno es eminente: el de Fiscal, máximo los próximos días; otros, según colegas en los diversos espacios podrían ser sean antes de su tercer informe de gobierno –por ejemplo el del Sector Salud-, terceros aseguran que posteriormente a su informe de gobierno, su servidor piensa que a finales de año o principio del 2019 cuando las aguas tomen su cauce por la toma de posesión del presidente de México, por ahora electo.
Para el Lic. José Ignacio Peralta Sánchez y los colimenses están por venir sus tres mejores años, no será obstáculo, ni impedimento el que los nuevos legisladores no sean de su partido, al revés, eso lo beneficia ya que los nuevos diputados tomaran medidas que son urgentes para Nacho Peralta.
El nuevo Congreso Local y Ejecutivo Federal apoyaran al mandatario en medidas de apoyo social que urgen, serán también policías que el Gobernador necesita para que no haya corrupción e impunidad y finalmente, los legisladores de Colima lo apoyaran para quitarse el lastre. El tiempo lo dirá.
El nuevo fiscal
La mayor muestra de civilidad para escuchar a su pueblo, la dio el Gobernador de la entidad en días pasado cuando declaro que abre los espacios para escuchar las propuestas para el nuevo fiscal, es decir, el Lic. José Ignacio Peralta no cerró el paso a nadie. La realidad es que hay grupos en el poder que lo acechan con la propuesta de otros candidatos, que quede claro que no es el actual, al que han hecho creer estos montoneros que apoyan.
El Gobernador tiene varias cartas, una es que sea de fuera, la cual no es descabellada, así no tendrá problemas para ejercer la ley, ni compromisos con nadie, podrá actuar sin contemplaciones tal como se necesita. Segunda, en el ánimo popular se habla de Ramón Pérez Díaz, exjuez, Notario Público, exsecretario de Gobierno, ex procurador, exgobernador, dudamos que la acepta. La tercera, el actual Presidente del Tribunal de Justicia en la entidad, hombre talentoso, conoce y sabe del tema, no sería mala propuesta.
La cuarta propuesta, la que tiene el mandatario en mente, la cuál es excelente, conoce la estructura, la ha operado, cuenta con competencias tanto del sistema de justicia tradicional como el moderno, reconocido por tirios y troyanos. Este personaje en cuanto tenga el nombramiento sabrá quitarse el lastre para responder a Colima y al Gobernador.
Para despedirme. Ciertos miembros de una institución cultural en vez de ayudar, perjudican a sus propios agremiados. Exhiben ante la opinión sus ansías de poder, añoran tiempo pasados y no se modernizan. Lamentable para México y Colima.