BUROCRACIA ELITISTA

0

TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Aprender (los burócratas) a vivir en la justa medianía: AMLO

Cuando el sistema burocrático mexicano se cimbra hoy por el cúmulo de reformas que se avecinan, recordamos la aparición y consolidación de cientos de entes burocráticos durante los doce años del panismo, tiempo en el que se llegó a decir que hasta los ayudantes del hogar que laboraban para influyentes dirigentes de ese partido y altos funcionarios, habían encontrado acomodo en alguna nómina. Sueldos millonarios comenzaron a pagarse a ese ejército de supuestos servidores públicos que solo llegaron a hacerse bolas, si es que se pararon en algún sitio oficial, en el intrincado aparato burocrático.

Pero todo comienzo tiene un final, y este ha llegado de la mano del triunfo indiscutible de Andrés López Obrador, quien seguro no está sorprendido por las resistencias de diversos funcionarios de dependencias que otorgan los salarios más altos de los que él obtendrá en unos meses ya como presidente de la república y que califican de “autonomía” su gran aprovechamiento del erario.

Esa burocracia dorada que echó raíces más profundas en el foxismo y el calderonismo, como dije, tendría que ser eliminada pues uno de los ofrecimientos centrales del tabasqueño fue erradicar la corrupción, descentralizar la administración pública y disminuir el aparato burocrático haciéndolo más funcional y menos costoso para el erario.

Mire usted si no será injusto que innumerables funcionarios de primer nivel ganen hasta más de 500 mil pesos netos mensuales más prebendas y prestaciones que no ganan ni los presidentes de los países más poderosos como Donald Trump dizque porque así lo dispuso el Congreso. Pamplinas! En el congreso federal también se cuecen habas y directivos del senado ganan más de 300 mil pesos mensuales, son los que le ponen palomita al gasto discrecional de diputados y senadores en artículos personales y para el hogar. Los ministros de la SCJN, los más altos en la escala dorada, ganan seis millones 93 mil pesos anuales y los consejeros electorales del INE poquito menos que eso.

Bien que ponga el ejemplo López Obrador con su plan de austeridad. Hace falta, urge. El asalto a los recursos públicos es ominoso. Y positivo también que eso mismo ocurra en Colima, tal como lo pronosticó el diputado local electo Vladimir Parra, quien aseguró a El Noticiero que legislarán para bajar el sueldo de diputados, alcaldes y gobernador. Intuyo que también se incluirá a regidores, algunos de los cuales obtienen desde 80 hasta 100 mil pesos mensuales ( Manzanillo) por su nulo, poco y despistado quehacer.

A la par de esos nuevos arreglos que vienen, convendrá hacer un análisis muy profesional acerca de si las bajas de sueldo no repercutirá en los niveles de calidad del trabajo de los órganos burocráticos, sobre todo en los que se requiere ciertas cualidades técnicas de los funcionarios. No por ahorrar en el pago de emolumentos, el Estado haría un trabajo de menor calidad.

Los mexicanos están mayoritariamente de acuerdo en que el gobierno venidero ejerza la austeridad como un compromiso ético concreto e irrenunciable. Que se respete el fruto del trabajo de los contribuyentes que exigen transparencia, buen uso de recursos públicos y menos corrupción e impunidad. Que se cuide nuestro dinero.

Estoy seguro de que la Administración federal será menos obesa y menos costosa con las nuevas políticas lopezobradoristas. Pero también hay una preocupación en diversos sectores acerca de la necesaria eficacia y eficiencia que se requerirá en la operación oficial a partir de ese ahorro en salarios millonarios.

A nivel local, es importante que el joven Vladimir Parra conceda que su partido en el congreso local no va a ser una marioneta del Ejecutivo, lo que sería vergonzante y acabaría con la esperanza de muchos, que aclare en buena lid que esa oposición no será sistemática sino firme, inteligente y oportuna.

Cierro este artículo con la expresión crítica de Ricardo Peralta, catedrático de la Unam, respecto a la afirmación de algunos interesados de que   funcionarios se corromperán si no ganan altos sueldos. “ Se es honesto e incorruptible o no se puede trabajar en el servicio público.”   Definitivamente, así tiene que ser.