La ordeña se reportó en el ducto Tuxpan-Tula, a 15 kilómetros de la Refinería de Tula, donde decenas de habitantes acudieron al lugar con cubetas, garrafas, tambos y hasta tinas de baño para robarse el combustible.
Según testigos, pasaron casi tres horas antes de que una chispa ocasionara una explosión e incendio que afectó a decenas de personas incluidos menores de edad, quienes literalmente se bañaron en combustible en su intento por llenar sus recipientes.
El Gobierno federal informó que tras detectar la toma clandestina, elementos de la Sedena se desplegó en la zona, pero para evitar un enfrentamiento con los pobladores, se replegaron.
Tras la explosión, se activó el plan de DN III y los servicios de emergencia de Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México.
Fuente: NOTISISTEMA