Por: Gustavo L. Solórzano.
Las candidaturas que vienen, hoy los ciudadanos deseamos ver caras nuevas, gente comprometida con el servicio y la buena voluntad. Los partidos políticos que cuentan con registro, tendrán que ser cuidadosos al escoger a quienes puedan representar, más allá, de sus colores, a la sociedad misma. Necesario evitar la designación de candidatos que solo representen gasto, se requieren personas capaces de dar batalla propositiva y que su trayectoria sea de servidores. Sin duda, existen muchas personas que cubren el perfil, personas que tienen simpatía, seguidores, honestidad y buen carácter, esos que saben ver de frente y responder a los planteamientos de la gente.
Muchos de los actuales “servidores públicos”, carecen de madurez humana, son egocentristas e incumplidos; solo usan a la gente para lograr su cometido y después… “si te he visto ni me acuerdo”. Quedan muchos de esos que se dan a desear, que no reciben a quienes les buscan porque “están ocupados en una reunión”, o simplemente se hacen de la vista gorda y no alcanzan a ver a quienes representan. Peor aún, “porque no es de mi partido” o porque simplemente “me cae gordo”. La verdad es lamentable, sin embargo es real, de ese tamaño algunos “servidores”. Los morisquetos, les dicen, ya sabe usted amable leyente, un cuarto de arroz se infla al conocimiento, mas no por ello deja de ser un cuarto.
En maravillosa contraparte, hoy tenemos a un presidente humano, sencillo y desprovisto de lujo y fastuosidad, que ha sabido cumplirle a los mexicanos. Un presidente cuyo pecado para los insurrectos, ha sido recuperar las finanzas de nuestro país, favorecer a todos por igual y crear obras que benefician a la sociedad por parejo. Favoreciendo principalmente a las personas de la tercera edad, ese sector de la población que había estado más desprotegido por años y años, siendo incluso objeto de simulaciones bárbaras. Cuando de recibir se trata, nadie se queja, pero para señalar supuestos errores, los primeros en hacerlo son algunos de aquellos que religiosamente cobran la pensión que otorga el gobierno federal, ingratitud, le llaman.
Y muchos de esos mexicanos, ajenos al partido de las mayorías, que “angustiados”, expresaban su gran miedo de que ganara el actual presidente y la gobernadora, en el caso de Colima. Los encontré en los mítines políticos buscando salir en la foto, mientras yo recogía información para mis escritos, curiosamente paradójico. Chapulines, creo que les llaman, y bueno, la verdad es que todos somos mexicanos, los triunfos políticos forman parte de la vida pasajera, nada es para siempre, y solo aquellos que velan por sus propios intereses, y no los del pueblo, se inconforman cada día desgarrando sus vestiduras, añorando tiempos añejos. Mientras tanto, muchos jóvenes tienen beca y continúan estudiando, muchas personas que vivían en desamparo total, hoy reciben un apoyo económico para satisfacer sus mínimas necesidades.
En otro orden de ideas, esta navidad será de grandes regalos para los mexicanos, el presidente hará entrega de 6 grandes obras, incluyendo dos proyectos ferroviarios, un aeropuerto y unas presas de agua, los cuales estarán distribuidos en distintos puntos del país. Mandatarios de otras naciones han manifestado la importancia de México a nivel internacional, reconociendo la investidura presidencial, sin duda, somos los actores del nuevo país que merecemos y necesitamos. Ojalá que la minoría disidente reflexione y se sume por el bien de nuestro país.
ABUELITAS:
Hoy la Cruz Roja espera una respuesta (favorable) de nuestra gobernadora y diputados, en esa sensibilidad que les caracteriza cuando de apoyar se trata, en beneficio de la población. Le comparto amable leyente, que hace días, el consejo directivo estatal encabezados por el delegado, presentó una petición a fin de sanar las finanzas con un incremento al presupuesto de apoyo institucional. Recordemos que este año no se realizó la colecta y si bien es cierto, esta es insuficiente, si ayuda en mucho. Sin duda y me consta, la gobernadora ha manifestado su reconocimiento a la Benemérita institución pues conoce el gran servicio que diariamente presta a la población. Es cuánto.
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