Por: Gustavo López Solórzano
La última medida de una persona no es dónde se queda en los momentos de comodidad y conveniencia, sino en dónde está en los momentos de desafío y controversia, Martin Luther King.
La niña ya no quiere ir a la escuela, ¿pues qué pasó? No sé, fíjate que se pone chillona y patalea, bueno, me hace cada berrinche; pues ya sabes, haz como le hacía mi mamá, ¿cómo? Pues dale unos buenos. El anterior es un dialogo entre dos mujeres que comparten un situación que suele ser más común de lo que podemos conocer o suponer. El estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes, un docente que maneja inadecuadamente la disciplina del grupo bajo su responsabilidad, un alumno que sufre bullying, un trabajador que es exhibido o relegado por alguno de sus superiores, la falta de tolerancia a la frustración, etc. son causa entre muchas otras, de la enfermedad del siglo XXI, el estrés.
Aunque principalmente al mencionar la palabra estrés pensamos en lo emocional, en complemento a lo anterior diré que las causas pueden ser fisiológicas, psicológicas, sociales ambientales, etc. naturalmente el sistema nervioso conocido también como el cableado que comunica energéticamente a una ciudad, es el primero en detectar y resentir las causas del estrés, como ejemplo cito algunos síntomas: Inquietud, nerviosismo, ansiedad, temor o angustia, deseos de llorar y/o un nudo en la garganta; irritabilidad, enojo o furia constante o descontrolada; deseos de gritar, golpear o insultar; miedo o pánico, que si llega a ser muy intenso puede llevar a sentirnos “paralizados”; preocupación excesiva, pensamiento catastrófico; la necesidad de que “algo” suceda, para que se acabe la “espera”; la sensación de que la situación nos supera; dificultad para tomar decisiones, dificultad para concentrarse, disminución de la memoria, lentitud de pensamiento, cambios de humor constantes, depresión y de no atenderse, la muerte.
Sin lugar a dudas son muchos y muy variados los síntomas que se derivan del estrés, leí en algún texto que la Organización Mundial de la salud, acepta, reconoce, que un elevado porcentaje de las enfermedades que padece el ser humano son de tipo mental. De tal manera que si la mente nos enferma, la mente también puede curarnos. ¿Qué necesitamos hacer? Ante todo partir de la aceptación de que algo no anda bien en nuestro interior y en consecuencia, buscar ayuda profesional. En el caso de nuestros hijos menores de edad principalmente, mantener una comunicación de calidad y calidez con ellos, a fin de observar cambios en su conducta y así, poderlos apoyar y/o canalizarlos para su atención inmediata.
Al respecto del tema, ante la necesidad que presenta la comunidad escolar en el sentido de tener un respaldo para las situaciones emocionales que se suscitan de manera cotidiana en los diferentes planteles de nuestro estado, el gobierno que preside el Lic. Mario Anguiano Moreno, puso en marcha a través de la Secretaría de Educación, el Programa Psicólogo en Línea. Lo anterior ha generado que gracias al excelente manejo que se le ha dado y por ende, a los beneficios que representa, que el Programa sea considerado a nivel nacional como un modelo a seguir. Así lo asegura el maestro José Guillermo Rangel Lozano, quien señaló que son más de seiscientos los casos atendidos en lo que va del ciclo escolar. Actualmente la atención que se brinda es de lunes a viernes de ocho de la mañana a ocho de la noche, marcando al teléfono 31 4 59 39, y/o dando un click al link correspondiente en la página de la Secretaría de Educación, que es www.secolima.gob.mx. Bien por el equipo de la Secretaría de Educación y su titular que sigue trabajando en pro de la excelencia educativa con la herramienta más importante, el sentido humanista. Es cuánto.
ABUELITAS:
Otro equipo que continua a la vanguardia en lo que a servicios se refiere, es el ayuntamiento de Colima, pues sigue dando Más y Mejores Resultados. En cuánto.