Sin autonomía la reforma a la Ley Para La Protección Integral Del Ejercicio Periodístico De Colima

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Por: Ángel Durán.

Recientemente, a escasos dos o tres días de que se aprobara la reforma a la Ley Para La Protección Integral Del Ejercicio Artístico del Estado de Colima, por parte del Congreso local, y que se anunciara como un avance para proteger a quienes de alguna u otra forma escribimos en medios de comunicación, es ilegal, inconstitucional y atenta contra los principios básicos de la libertad de expresión.

El derecho humano a la libre expresión, establecido en el artículo 6 y 7 de la Constitución y en el artículo 2 de la Constitución colimense, establece un derecho de que cualquier persona puede expresarse, además como derecho humano al trabajo, existe como una profesión para quienes quieran dedicarse al periodismo, también lo pueden hacer, y no deben tener ningún obstáculo para ello.

Otro aspecto, mucho más importante y, que es de interés colectivo, es el derecho humano que tiene la sociedad, el conglomerado social, el pueblo o cómo usted lo quiera llamar, es, contar con este derecho a recibir información, auténtica, oportuna, veraz y que provenga de fuentes fiables y de comunicadores o comunicadoras libres, autónomos e independientes; este derecho fundamental, no debe soslayarse a la sociedad, pues de no garantizársele, hay un ataque a la democracia de un pueblo.

Para que haya comunicadores y comunicadoras libres, con las libertades mencionadas, es fundamental que el Estado, les dote de esas garantías para que se pueda ejercer libremente la profesión y como consecuencia, que la sociedad se vea beneficiada con la autenticidad libre de sus comunicadores o periodistas.

El derecho a la libertad de expresión, tanto, como derecho humano de quien la ejerce, como el de la sociedad a recibir información auténtica, tiene que ser regulada exclusivamente bajo las características, tal y como lo expresa tanto la Constitución nacional, local y tratados internacionales especializados en esta materia; lo cierto es, que regular la libertad de expresión en ambos sentidos, tanto personal como de interés social, no tiene que tener ninguna mordaza.

Para que un comunicador, comunicadora o periodista, pueda ejercer su profesión sin riesgo, el Estado tiene que garantizarle su seguridad, y esa seguridad es, creando entre otras cosas, instituciones autónomas e independientes que los proteja, para que puedan desarrollar su actividad sin ningún obstáculo, sin ninguna amenaza o acciones que los pongan en riesgo o que limiten su libertad de conciencia para escribir.

Por eso, analizando la reciente reforma a la Ley Para la Protección Integral del Ejercicio Periodístico del Estado de Colima, se observa, que es un atentado a la libertad de expresión, pues, ahí se dice que, se crea como organismo descentralizado, autónomo e independiente en todos los sentidos, sin embargo; de dicha reforma, se puede apreciar que, lo menos que tiene es, esa autonomía e independencia, pues le introdujeron a la ley, la Comisión de Gobierno, el que será la máxima autoridad y es la que dotará a la Comisión General de todo lo que ocupe para que funcione, sin embargo, la Comisión de Gobierno está integrada, por los tres poderes del Estado, el ejecutivo por conducto de la Secretaría General de Gobierno, el Legislativo y Judicial, así como una serie de organismos, pero todos dependientes del Estado.

Entonces, ¿cuál independencia? ¿Cuál autonomía? si todas las políticas públicas, su presupuesto, las directrices, están marcadas por el Estado, eso no es autonomía, están limitando la eficiencia de este órgano.

Tomando en cuenta las funciones y atribuciones de la Junta de Gobierno el periodismo colimense está a merced del propio Estado y eso es inconstitucional, ilegal y atenta contra tratados internacionales. La reforma a esta legislación, no ayudará a la comunidad periodística.

Incluso, a los comisionados, los nombra el Congreso del Estado, todo un entramado de política burocrática, para crear un organismo con presupuesto a fin de supuestamente proteger a los periodistas, otro gasto más, que no dará resultados.

Lo correcto sería, que este organismo, se creara bajo una característica de autonomía en todos los sentidos, ocupado, por comunicadores, bajo procedimientos de esta misma comunidad, con reglas y con leyes para garantizar la participación exclusivamente de quienes se dedican a esta profesión, pero que no intervenga el Estado, para regularlos o para manejar a este organismo supuestamente descentralizado, autónomo e independiente, que no lo es.

Lea usted la reforma con cuidado, sobre todo usted, que se dedica al periodismo, los abogados de las casas editoras y ojalá, también lo lea la sociedad, pues es la última que tienen interés colectivo importante, y se darán cuenta, que el Estado, a través de sus tres poderes, cooptó, cómo estará siendo manejados el gremio de comunicadores. Este es un tema de interés social y ojalá de inmediato se corrija.

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