Sin embargo los clientes de Telecable, no han asumido sus derechos y las denuncias ante las instancias correspondientes son mínimas. No obstante, las inconformidades locales crecen aumentan cada día por las deficiencias técnicas y de los servicios que prestan a las personas que suman miles según registros.
La convocatoria reciente de megacable a efectos de digitalizar la señal, ha ocasionado muchas consecuencias que van desde la pésima atención a los usuarios, a quienes los hacen esperar horas, hasta las fallas de un aparato receptor que tarda hasta ocho días en regularizarse hasta que la empresa reconfigura la señal.
El extremo de la empresa incluye la elevación en el costo de la instalación y en general el aumento de los costos mensuales por los irregulares servicios de los representantes de televisa en Colima.
Se incluye también el tormento para los colimenses de los programas de bajísima calidad que se exhiben en los canales de Guadalajara, cuyas costumbres difieren totalmente con las de los colimenses. Son programas que desecha televisa que datan de años y que cumplieron su ciclo televisivo, pero que en su momento tuvieron su éxito.
En este delicado asunto debe intervenir el Gobierno y específicamente la Profeco, en virtud de que se daña el patrimonio de muchos colimenses y se comete un fraude a la confianza depositada en esta empresa foránea reiteradamente.
Sin capacidad de atender a sus usuarios, todavía ofrece un servicio y su atención es burocrática y se vuelve autoritaria y déspota cuando los clientes acuden a demandar algún servicio.
Por fortuna hay otras opciones de mayor bajo costo por la que pueden elegir y con mayor atención y eficiencia en un servicio que debe ser de calidad para quien lo pague.