Carlos García Lemus|COLIMANOTICIAS
Colima.- Los avances importantes que en materia de unidad al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), logra su candidato a la gubernatura, José Ignacio Peralta Sánchez, tienen, paradójicamente a sus principales opositores precisamente dentro del partido.
Hay en el PRI un grupo que piensa que no necesitan a sus correligionarios para ganar la elección. Han declarado incluso que está ganada prácticamente desde que se ungió a Nacho Peralta.
Ese optimismo desbordado y esa pretensión de avasallar todo al interior de su partido, pudiera generarles graves problemas el día de la elección y mucho antes, como de hecho ya ha ocurrido, cuando al arranque de la campaña muchos sectores y personas que trabajan siempre a favor del PRI; se habían mantenido al margen precisamente por sentirse excluidos.
Los pasos que el abanderado tricolor ha dado para lograr la tan ansiada y anunciada unidad, han sido adecuados, con los cambios que hizo tanto en su equipo de campaña, como en la dirigencia estatal del tricolor.
Sin embargo, eso caló entre ese grupo de priistas que piensa que si ganaron la elección interna, ahora no tienen por qué compartir el botín y quieren quedarse con todo, pasando por encima de sectores, organizaciones y militantes que siempre han sido leales al partido.
Esa voracidad de algunos, provocó desconcierto, malestar y desgano de muchos priistas en la primera parte de la campaña, lo que, hay que insistir, fue bien detectado por el candidato a la gubernatura, quien para la segunda mitad de esa campaña ha hecho los ajustes pertinentes que podrían ayudarle a ganar la elección.
Mal haría Nacho Peralta en escuchar aquellas voces que lo invitan a sembrar el encono y la división. Voces que insisten en que no necesita de nadie para ganar el voto ciudadano el próximo 7 de junio.
Son aquellas voces que presentan encuestas en la que le dan una ventaja 2 a 1 sobre el panista Jorge Luis Preciado Rodríguez. Son las voces que insisten en que hay dos PRI’s y que el que ganó debe tomar todo (como en la pirinola).
Son las voces que pretendían formar una estructura paralela a los comités seccionales del PRI, y hacer campaña y promover el voto sin tomar en cuenta a miles de priistas que cada elección son auténticos soldados de los candidatos de su partido.
Son las voces que han pregonado que la campaña está ganada desde antes del 7 de junio y que ni Mely Romero, ni Rogelio Rueda ni Federico Rangel le vienen a aportar, que con ellos o sin ellos el resultado será favorable a Nacho Peralta, y por mucho.
¿Qué ganan esas voces descalificando a priistas con una buena trayectoria? Tanto Mely Romero como Federico Rangel como presidente del Comité Directivo estatal del PRI han demostrado en los hechos su institucionalidad, disciplina y han manifestado su interés de trabajar por la unidad del instituto político y, sobre todo, para aportar al triunfo de Nacho Peralta.
Ninguno llega con la intención de quitarle reflectores al candidato (ni podrían hacerlo), al contrario, todos han expresado que pondrán lo mejor de cada uno de ellos al servicio de su candidato a la gubernatura y del resto de los abanderados del tricolor.
Por ello no se entiende esa actitud beligerante de ese grupo de priistas que ansiosos de revanchas y Poder, quieren presentarse como únicos artífices del triunfo.
Esa actitud del grupo priista en mención, tiene más similitud con las acciones y formas del candidato a la gubernatura por el PAN, que con lo que pregona y en los hechos práctica Nacho Peralta.
Son, por llamarlos de algún modo, los que mejor trabajo hacen en favor de Jorge Luis Preciado, al tratar de desestabilizar al PRI, desde su interior.
Son priistas altaneros, bravucones, conflictivos y contestatarios a quienes lo que menos les interesa es la unidad del PRI y quienes quisieran que Nacho Peralta rompiera de tajo con grupos diferentes, pero ante todo priistas.
Además, si la designación de Nacho fue ya aceptada y respaldada por todos (al más puro estilo priista), ¿qué necesidad hay de querer seguir sembrando encono?
Es un hecho que la inclusión de Federico Rangel primero como coordinador de la campaña de Nacho Peralta en el Distrito Federal Electoral I, y luego como dirigente estatal del PRI, han aportado mucho a la campaña de Nacho Peralta por la experiencia en tareas partidistas y el liderazgo nato del profesor.
Si hay un priista en este momento capaz de aglutinar a todos los sectores y estructuras priístas en torno a la candidatura de Nacho Peralta, ese es Federico Rangel Lozano.
Mely Romero por su parte, aporta sensibilidad política, negociación y buen trato en busca de congregar a importantes sectores de la sociedad a la campaña de Nacho Peralta.
La capacidad y experiencia de Rogelio Rueda es reconocida por propios y extraños y está desde ahora al servicio del candidato a la gubernatura.
Ni ellos ni nadie han mencionado que llegan a rescatar a Nacho. Han insistido en que llegan a sumar y a unir voluntades en torno a los candidatos de su partido y eso es lo que parece molestarles a quienes se creen dueños del tricolor en Colima.
Viene la recta final de la campaña y Nacho Peralta hace bien en concentrarse en sus propuestas y el acercamiento con los colimenses. No debe distraerse en pleitos que pretenden formar algunos al interior del PRI.
El partido debe trabajar con base a sus estructuras sectoriales y territoriales que siempre le han funcionado y mantenerse unido en torno a sus abanderados, sin escuchar tampoco a aquellos que insisten en que ganaron la interna y que no necesitan de nadie para ganar la elección constitucional.