Primera parte de: se puede revocar un testamento

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Por: Ángel Durán Pérez

A la fecha, todavía hay muy poca cultura de hacer un testamento, documento que genera obligaciones jurídicas, donde como persona en vida acudió normalmente a un notario público para manifestar mi voluntad, que los bienes adquiridos en vida he sido a quien pasarán después que muera el autor.

De acuerdo a la ley civil, puedo dejarle mis bienes a quien yo quiera, lo común, es dejárselos a mis familiares, pudiendo hacerlo para que los beneficiarios, heredera en partes iguales, también puedo excluir a algunos de ellos; esto es muy común verlo en los testamentos, y se da por diferentes razones.

 

Pero también el Código Civil, establece que, hacer un testamento y designar beneficiarios, no es definitivo, el autor de ese testamento, puede cambiarlo cuantas veces quiera, esto es, puede revocar esas promesas que hizo ante notario público y cambiarlo por otro u otros beneficiarios.

Y esto es así, porque el testamento no genera ningún derecho a los beneficiarios, aunque se haya hecho ante notario público, solo genera expectativas de heredar, ya que el heredero se convierte en propietario solo hasta en el momento que muere el autor de la sucesión.

Así es que, saber que se ha otorgado un testamento y en el que me avisan que he sido designado como beneficiario, no me garantiza nada, pueden suceder muchas causas por las cuales, quien lo firmó, cambie de opinión y me revoquen esa expectativa de heredar.

Hacer un testamento, solo sirve para que el testador decida en vida, a quien va a beneficiar, hacerlo, tiene ventajas, la primera de ellas y la más importante, es, que los bienes quedarán con las personas que quien hereda decida a quien beneficia, y esa voluntad, es pues, la que se tiene que respetar después de la muerte del testador.

Esa voluntad está amparada en la ley y como consecuencia, el testamento será llevado ante un juez y éste lo revisará y declarará que los herederos solo a los que están en el testamento.

Sin embargo, también es muy común, que los juicios sucesorios testamentarios dan algunos vuelcos, pues quien pensando que había sido beneficiado para heredar, una vez que se inicie el juicio ante los tribunales, el juzgador solicitará información a las autoridades que resguardan los testamentos, para saber si el autor revocó ese testamento, y el que tiene valor, es el último que se haya celebrado.

Una vez llegada esta información oficial, el juez se convierte en decidir, quién será el beneficiario y explicará en caso de existir revocación de testamento, a quien haya sido excluido; y éste tendrá que conformarse y no hay nada que hacer; salvo que pueda demostrar, que el último testamento donde fue retirado como heredero, tenga algún vicio que lo haga nulo, pero normalmente, si no se acredita ninguna alteración a la voluntad del testador, el último instrumento hereditario, es el que tiene valor.

¿Este sistema legal formalista causa injusticias? Sí, afortunadamente no en la mayoría de los casos, pero en los tribunales hay innumerables ejemplos, de cómo los autores de la sucesión, en su etapa final de la vida y por cuestiones personales, muchas de ellas injustas, dejan fuera a sus hijos, hijas o cualquier otro familiar que los cuidó durante toda la vida y finalmente por cuestiones personales o porque llega un externo y logra que el testador revoque este instrumento y lo designe como su único o única heredera. (Es común cuando un adulto mayor, habiendo perdido su esposa, tiene bienes y se casa con otra persona, quien, aprovechando problemas de la edad, le hereda todos los bienes a su nueva pareja, dejando a los hijos o hijas fuera de herencia, esto causó mucha inconformidad y dolor familiar).

Estos actos, en su gran mayoría se consideran injustos, pero lo permite la ley. La cultura de hacer testamento debe modernizarse, debemos como personas, estar conscientes de que, hacerlo tiene un objetivo y ese tiene que ver con los valores de gratitud, amor y sentimientos que tenemos hacia las personas más allegadas y que han formado parte de nuestra vida por muchos años.

Debemos evitar que cambios emocionales o problemas sencillos, nos hagan cambiar de opinión y dejemos los bienes a otras personas y abandonemos las relaciones interpersonales y que mucho se cultivaron principalmente entre la familia más cercana durante toda una vida.

Continuará una segunda parte…

 

*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.