NEPOTISMO, MAL DE LA ÉPOCA (A la vista, iniciativa de Roberto Chapula)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

El nepotismo es una de las lacras principales  arraigadas en la vida pública de México. Muchos mexicanos, desde la sociedad civil,  han efectuado esfuerzos considerables para impedir que continúe manifestándose como hasta ahora: de manera cínica y constante, a contraparte de los gobiernos en sus tres niveles, que no hacen gran cosa por evitarlo.

No hay ley que opere para evitarlo. Un gran número de funcionarios, por no decir una mayoría, ceden a la tentación de hacerles un espacio en las administraciones a sus parientes así sean buenos para nada; bueno, si, para cobrar puntualmente un sueldo que no devengan. Recuerde el lector que durante 12 años de panismo en la presidencia, este fenómeno se multiplicó por todos lados: las parentelas de las grandes figuras  políticas estuvieron en Jauja.  

A nivel nacional, hay también profusos ejemplos en la 4T, matrimonios muy famosos como el del señor de las ligas, René Bejarano  y la senadora Padierna, o la de la secretaria de la Función Pública y su esposo John Ackerman; y en los últimos días, se han sumado a estas dos parejas Paco Ignacio Taibo y Julio Sherer, quienes presuntamente tendrían dos familiares cada una en la nómina que les paga a ambos. Si le  sigo rascando, encontraría más evidencias acerca del nepotismo grosero que sigue  practicándose y que se niega a desaparecer. En las entidades, independientemente del partido que gobierne,  hay también conductas negativas de  funcionarios que emplean a parientes o compadres sin que estos tengan experiencia alguna en cuestiones de gobierno. Harían menos daño a las administraciones si se les enviara el cheque quincenal a su casa. 

A nivel de partidos políticos, el nepotismo también florece. Seguro que hay ejemplos al por mayor. La expriísta Elba Esther Gordillo, exlideresa de los maestros del Snte, por ejemplo, impulsó a familiares para que integraran el Congreso de la Unión. Para las elecciones del 2018,  de acuerdo con las listas oficiales de todos los partidos políticos, la   dueña del partido Redes Sociales Progresistas, metió en las listas a una hija, a un yerno y a un nieto como candidatos para legisladores federales, lo que le ganó malquerencias en el gremio, pero los profesores terminaron obedeciéndola, “aguantando vara”.

Los familiares de Gordillo formaban parte de un grupo de 36 parientes de gobernadores, ex gobernadores, presidentes municipales, actuales legisladores y líderes sindicales que buscaron, por la vía del voto directo o plurinominal, llegar al Senado o a la Cámara de Diputados. De la información de los listados oficiales se detalla que ese grupo de candidatos lo integraron nueve esposas, 13 hijos, ocho hermanos, una prima, una mamá, un sobrino, un nieto y dos yernos de políticos federales o estatales.Volverán a hacer de las suyas los nepotes en la elaboración de los listados para las elecciones del 2021? Jure usted que sí.

Se observó, también,  en las elecciones pasadas, que se incluyeron  familias completas en las listas  en Tabasco, Tlaxcala y Veracruz por parte del Pri, Pvem, Pan y Movimiento Ciudadano. No cito los nombres, son muchísimos, todos ellos emparentados con los gobernadores o dirigentes partidistas o senadores influyentes.  

En nuestro medio,  el regidor Roberto Chapula ha expuesto que hay un cúmulo de personas laborando en el Ayuntamiento de Colima que lo han convertido  en “un gobierno de cuotas y cuates, violentando principios rectores de una gobernación limpia y transparente, por lo que debería considerarse el nepotismo como un delito”.

Para culminar estos comentarios, en nuestro medio y según Roberto Chapula, síndico, regidores y altos funcionarios se han despachado con la cuchara grande e influido para que  ingresen al Ayuntamiento de Colima  personas sin perfil profesional, solo por el parentesco,  e incluso se han  otorgando ascensos no por méritos, cualidades y conocimientos sino por favoritismo cuyo origen son los nexos consanguíneos o políticos. “Para generar confianza en los ciudadanos, hay que tener autoridad moral en el ejercicio del deber”. 

Y para que se vea que va en serio, Chapula dijo a El Noticiero, que propondrá la inclusión de un articulo, 165 bis, de nuestra Constitución local,   que se integraría  con al menos las siguientes obligaciones: Tener 21 años de edad, ser ciudadano colimense en pleno goce de derechos  político y civiles, y capacidad para desempeñar determinado cargo, gozar de buena reputación y no haber sido condenado por delito que amerite pena corporal, y no ser cónyuge, pariente consanguíneo o afín en línea recta, sin limitación de grado o colateral por consanguinidad, dentro del cuarto grado o por afinidad dentro del Segundo, del alcalde, del sindico o de los regidores. 

Me parece muy oportuna la acción del regidor Chapula de la Mora, porque está protegiendo la integridad de una entidad pública que debe estar funcionando con los mejores ciudadanos, con profesionales probos y experimentados.  Se estaría garantizando así, a la larga, mejores servicios públicos porque los nepotes, como en su mayoría carecen del perfil idóneo, de capacidades probadas, solo entorpecen la operación gubernamental.  Que así sea.