Muestra UdeC la importancia de los anfibios y su conservación

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*Esta actividad se realizó en la plaza Sendera; estuvo dirigida a la sociedad en general y a cargo de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias.

Redacción|CN COLIMANOTICIAS

Colima, Col.-  Para crear conciencia sobre la importancia de la conservación de la fauna y flora de nuestra entidad, la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima, campus Tecomán, realizó en la plaza Sendera el evento “Biodiversidad y Cultura de Colima”, en el cual hubo exhibición de especies como anfibios, insectos y plantas de la región, así como juegos y dinámicas interactivas para las y los asistentes.

En entrevista, el investigador Andrés García Aguayo comentó que esta actividad se realizó en el marco del Día Mundial de los Anfibios, establecido en 2008 por la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza y que, desde entonces, se celebra cada 28 de abril: “Hemos realizado esta actividad desde entonces a la fecha, excepto los dos años de pandemia”.

Sobre la relevancia de los anfibios, señaló que son importantes porque controlan a muchas poblaciones de insectos. A su vez, son comidos por otros depredadores; en este sentido, continuó, “su extinción ocasionaría una desaparición en cascada de otros animales y, por ende, un grave desequilibrio al ecosistema. Este año, además, exhibimos plantas, insectos, cocodrilos, tortugas y esqueletos de delfines entre otros, para resaltar la importancia de la biodiversidad en Colima”.

A pesar de contar con una extensión territorial pequeña en relación con otros estados del país, agregó, “Colima alberga prácticamente la tercera parte de la riqueza del país en cuanto a biodiversidad. Por ejemplo, es el número uno en cuanto a especies de murciélagos y un 50 por ciento de las aves que existen en México se pueden encontrar en Colima”.

Informó que esta actividad se realiza como parte del Club Universitario para la Biodiversidad de Colima (CUBICOL), conformado por estudiantes de todos los semestres de la Licenciatura en Biología; “además, para esta ocasión acudimos cuatro profesores del plantel y dos colegas de la UNAM”, detalló.

El investigador comentó que la premisa de este grupo de estudiantes y profesores que participan en el CUBICOL, es que“si queremos que la sociedad en general proteja a estas especies, primero tienen que conocerlas, porque no se puede valorar lo que no se conoce. Nuestra labor es hacerles entender por qué son importantes y por qué nos conviene, ya que si los perdemos tendremos graves consecuencias”.

Al dar un ejemplo sobre la relevancia de los anfibios para el equilibrio del medio ambiente, mencionó que hace tiempo los mineros metían canarios a las cuevas porque no contaban con aparatos para medir los cambios en las concentraciones de gas y, cuando las aves morían, era tiempo de salir de las excavaciones; “en este caso, los anfibios y muchos otros tipos de especies son nuestros canarios, y ya se están muriendo. El problema es que no hay otra cueva, no hay a dónde irnos. Tenemos que reaccionar ya, porque se acabó el tiempo”.

También dijo que se tiene registrado, a nivel mundial, la desaparición de grandes poblaciones de anfibios y, aunque no se sabe con exactitud las causas, existen procesos globales provocados por el ser humano que pueden contribuir, como la lluvia ácida, el cambio climático o los cambios en los patrones de lluvia; en teoría, continuó, “se conocen dos millones de especies de anfibios, que son las descritas por el ser humano, pero se cree que puede haber hasta 30 millones y lo que sí se sabe es que la mitad de las especies están en peligro”.

Precisó que, a lo largo de la historia, para sobrevivir, el ser humano se ha valido de una gran cantidad de especies naturales y, en la actualidad, no existe una sola persona que no utilice de alguna manera a la naturaleza; “es importante reconocer que todos somos parte del problema, pero también parte de la solución”, dijo.

Agregó que actualmente el ser humano ya rebasó la capacidad natural de recuperación del planeta, porque durante algún tiempo no se le ha dejado descansar como lo haría, por ejemplo, un agricultor con sus tierras: “Estamos en un déficit y seguiremos así hasta que nos empiece a cobrar factura. El mundo no se acabará, sino que se acabará nuestra forma de vivir como la conocemos”, opinó.

Por último, invitó a la sociedad colimense a reducir su huella ecológica cuidando los recursos, moderando el consumo de energía eléctrica o el uso del automóvil, y también promoviendo la educación y conciencia sobre el medio ambiente en escuelas y desde casa: “En diciembre realizaremos un evento de este tipo en el marco del Día Internacional de la Biodiversidad, que se celebra el día 29 de ese mes”, terminó.