Diario de un Centenials.
Por: Consuelo Araujo.
El pasado martes 19 de octubre se conmemoró el día mundial contra el cáncer de mama, el cual se hizo notar por su color rosado: símbolo de recordatorio del compromiso de la sociedad para combatir a este tumor, así como también, de expresar de la forma más sencilla el apoyo y solidaridad a una lucha que afecta a un importante número de mujeres.
El cáncer de mamas es un padecimiento que podríamos llegar a pensar que no nos podría a pasar a alguna de nosotras, la realidad es que ninguna mujer está exenta de padecerla. Esta enfermedad viene a modificar completamente varias áreas de la vida de la persona que la padece, independientemente de la edad o el nivel social. Cabe mencionar que en España, se diagnosticaron cerca de 25.000 nuevos casos al año de cáncer de mama y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) es rotunda con sus datos: “podemos decir que una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida”. Y es por eso que cada año, el 19 de octubre muchas entidades del mundo se visten de color rosa en memoria de dicha enfermedad.
Para una situación de este tipo, es de suma importancia que ellas se sientan respaldadas principalmente por el apoyo firme de sus familiares, amigos y seres queridos para enfrentarla de la mejor manera; porque a través de ellos reciben cuestiones que la medicina y ningún tratamiento les puedan ofrecer: el amor, la motivación, el afecto, el cariño, la empatía, la escucha, la compañía, etc. Los cuales les servirá para sobrellevar con optimismo los largos tratamientos, visitas al hospital, cirugías, etc.; con la esperanza de que pronto llegue su anhelada recuperación.
Reconozco la gran valentía de todas aquellas mujeres que forman parte de las estadísticas a nivel mundial en casos con este cáncer. Muchas de ellas son madres de familia, abuelitas, amigas, y unas otras más cabezas del hogar. Que sin lugar a dudas, son reconocidas por ser unas guerreras, ya que luchan para que cada día sea significativo en sus avances clínicos y continuar con la cabeza en alto, demostrando que todo estará bien.
Por ello, hoy en esta la semana rosa, tu mí querido lector que a lo mejor eres mujer o tienes familiares que lo son. Te recuerdo lo importante de no dejar por desapercibido esta situación y que por el hecho de ser mujeres nos puede tocar y no lo podemos prevenir. Lo único que está en nuestras manos es la autoexploración frecuente y revisiones con nuestro ginecólogo de confianza, para diagnosticar con tiempo cualquier malestar. Todas aquellas frases que constantemente escuchamos como: “tocate o te toca”, “tómatelo a pecho” o “que no senos olvide”…existen porque más de una se encuentra en momento de lucha y nos están dando un mensaje de alerta.
Deseo que desde jóvenes comencemos con los chequeos constantes en nosotras mismas. Dejemos a un lado las inseguridades, vergüenzas y miedos, y aprendamos a conocer nuestro cuerpo.