La herencia de los pueblos nahuas pervive en nuestra sociedad: Baltazar Brito

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Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.-   “La herencia cultural ofrecida por los pueblos hablantes del náhuatl está presente de muchas maneras en la sociedad actual y se percibe en el manejo del idioma, la gastronomía, los rituales y en varios aspectos que constituyen a los grupos sociales”, señaló Baltazar Brito Guadarrama, quien imparte el módulo Huexotzincas, dentro del XV Seminario de Lengua y Cultura Náhuatl ofrecido por la Facultad de Letras y Comunicación y su Centro de Estudios Literarios (CEDELUC).

Baltazar Brito, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia del INAH, señaló que este módulo dedicado a los huexotzincas trata del origen y desarrollo de este pueblo, los códices de los mismos y su relación con los tlaxcaltecas y los mexicas.

“Huexotzinco es un pueblo que está detrás del volcán Iztaccíhuatl en el área de Puebla, tuvo una gran interacción con otros pueblos nahuas, ya sea por comercio, alianzas o matrimonios. Huexotzinco logró una gran hegemonía en el Valle Poblano tlaxcalteca en los siglos XIV y XV hasta que llegaron los mexicas, con quienes tuvieron que enfrentarse”, explicó.

Al igual que los tlaxcaltecas, los huexotzincas eran grandes guerreros y tenían un aparato logístico bélico bastante bien construido. Por ello lograron ser un señorío muy importante que, a la llegada de los españoles, se fue fragmentando, expuso.

Lo interesante es que, precisamente, los huexotzincas no fueron conquistados por los mexicas, como sucedió con otros pueblos, y además solían fortalecerse con alianzas importantes para evitar su caída. “Los huexotzincas son los que tienen la legitimidad en cuanto a la ascendencia, ya que proceden de matrimonios arreglados que iban fortaleciendo el poder sociopolítico, además de que controlaron importantes rutas comerciales hacia Veracruz y Guerrero”.

En los aspectos culturales, el pueblo de los huexotzincas también se constituyó como una sociedad patriarcal en la que el poderío recaía en los hombres, pues ellos eran quienes ocuparon cargos distintivos y heredaban bienes, lo cual no fue distinto a otros pueblos náhuatl, exceptuando, por ejemplo, el caso de la cultura mixteca, en la que el papel de la mujer es preponderante, “pues son ellas quienes llegan a ocupar cargos importantes y notables”.

Expuso que todos los pueblos náhuatl comparten los mismos orígenes míticos y tienen mucha relación con las deidades construidas por los pueblos mesoamericanos. En el caso de Huexotzinco, su deidad es camachtli (o mixcóatl): su deidad tutelar representada por un dios solar y cazador. “El hecho de que se haya dedicado a la caza era muy importante para la cosmogonía de este pueblo nómada y fuerte en el manejo de las armas. Camachtli también era el dios tutelar de los tlaxcaltecas, a diferencia de los mexicas que tuvieron a Huitzilopochtli”, explicó.

En cuanto a su producción literaria sobresale Tecayehuatzin, quien aparece en los Cantares Mexicanos así como Nezahualcóyotl sobresalió en Texcoco. “Es conocida su producción sobre la brevedad de la vida, el ser y otras cuestiones abstractas relacionadas a la divinidad y la existencia”, finalizó.