Análisis Político
Por: Abel González Sánchez
La corrupción de México ocupa desde hace años uno de los primeros lugares en el mundo, Colima no escapa a este gran problema, que a lo largo de la historia ha ido degradando a los sectores políticos, económicos y sociales, dañando mucho a la imagen de los partidos y más de los funcionarios, su legitimidad en las elecciones, su transparencia en el manejo honesto de los recursos públicos que administran en los gobiernos federal, estatal y municipales, dejando cada vez más deudas imparables al terminar su mandato, deudas que van creciendo como bolas de nieve, pero sin ninguna consecuencia legal, económica o política para los pésimos gobernantes, pues nadie hace nada, ni los diputados, o el Congreso, ni los partidos, menos los ciudadanos por las lagunas legales, nos sentimos atados de manos.
El caso del ex gobernador Mario Anguiano y de varios ex alcaldes que económicamente dejaron temblando al gobierno del estado y a varios Ayuntamientos fueron enjuiciados públicamente por los partidos políticos y la ciudadanía, pero sin ninguna trascendencia, la percepción social es que se robaron el dinero y se enriquecieron. Pero no hay una sola prueba en contra, por ello quizás simplemente fueron pésimos administradores al sostener a miles de empleados o tener cargas pesadas laborales en los Ayuntamientos para dar la impresión que eran buenos gobernantes y ganar la sucesiones o elecciones, pero resulta ahora que ni la Osafig, o el Congreso o los gobiernos saben la verdad sobre la situación real de estos quebrantos económicos, todo es pura especulación, grillerío, mentir, simular, omitir y postergar acciones para atender otros asuntos, esto es también corrupción, no hay seriedad ni profesionalismo en los partidos ni en la mayoría de los funcionarios.
LOS ESTADOS MENOS Y MÁS CORRUPTOS
El reciente estudio internacional denominado “Índice de la Percepción de la Corrupción” en 172 países resultó que México ocupaba uno de los primeros lugares en el mundo, y el Inegi en el 2015 mediante la encuesta nacional de calidad gubernamental “ENCIG” realizó estudios en todo el país para determinar cuáles son los estados menos corruptos y cuáles son los más corruptos, destacando que Colima está en la lista de los menos corruptos, igual están Nayarit, Zacatecas, Nuevo León, etc. y entre los más corruptos, Michoacán, Baja California, Estado de México, Morelos entre otros, aunque consideramos que con esta reciente pugna de la sucesión por el histórico endeudamiento estatal y por nuestros flamantes diputados locales que se despacharon con la cuchara grande auto aprobándose para sí un sueldo mensual de 205 mil pesos, y de los alcaldes y regidores que ganan más que el gobernador, la percepción de la corrupción de Colima por la ciudadanía puede irse al otro grupo, el de los corruptos, pésimo mensaje de corrupción disfrazada mandan nuestros funcionarios.
Desafortunadamente en Colima no tenemos encuestadoras sociales ni universidades serias interesadas en generar opinión pública para acelerar el desarrollo social del estado, para valorar muchos problemas relevantes y precisar mejor la percepción popular sobre lo que opinamos de la misma corrupción, de ¿Como vemos realmente la seguridad pública?, ¿El transporte público?, ¿La opinión sobre los legisladores locales o federales , los alcaldes, la corrupción de los funcionarios públicos en general o de los agentes de tránsito?, en este caso hace algunos años, los agentes de tránsito y la policía federal de caminos en todas las encuestas aparecían como los más corruptos de todos, sin embargo en los últimos años esta percepción disminuyó enormemente, las mediciones de la opinión pública son relevantes, pero no las hacen los gobernantes y se van con la finta de que el asesor compadre o el cacique municipal o estatal direccionan lo que deben hacer y por ello gobiernan como se les ocurre.
NUEVA LEY ANTICORRUPCIÓN PROMUEVE EL GOBERNADOR
Ignacio Peralta, gobernador del estado ha iniciado una nueva etapa gubernamental sustentándola en un mejor control en el gasto público, advirtiendo constantemente a su gabinete que no permitirá actos de corrupción, por ello debemos estar atentos y recordar que el 18 de julio pasado el Gobierno de la República publicó la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción, la cual precisa ahora sí una mejor coordinación entre la Federación, los estados y los municipios, por esto, el gobernador Ignacio Peralta le interesó y atendió mediante algunas reuniones esta nueva estrategia legal y ya entregó al Congreso del Estado esta iniciativa de ley para que el Estado o mejor dicho el Congreso adecúe el marco legal, con los principios que establece el Sistema Nacional Anticorrupción, propone, la creación del Sistema Estatal Anticorrupción, instancia de coordinación entre autoridades estatales y municipales para prevenir, detectar y sancionar responsabilidades administrativas y hechos de corrupción en la entidad, el gobernador describe la manera en que se conformará el Sistema Estatal Anticorrupción, el cual contará con un Comité Coordinador que estará integrado por el titular del Osafig, el titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, el titular de la Contraloría General del Estado, el Magistrado Presidente del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado, el Comisionado Presidente del Infocol y un representante del Comité de Participación Ciudadana.
Para iniciar con este proceso de homologación con la ley Federal Anticorrupción, el gobernador, Ignacio Peralta Sánchez contempló también reformas a diversos artículos de la Constitución de Colima, y pidió al Congreso del Estado que expida la ley secundaria que fijará las responsabilidades administrativas, obligaciones y sanciones aplicables por los actos u omisiones en que incurran los servidores públicos y las que correspondan a los particulares vinculados con faltas administrativas graves. Esperemos que ahora sí los diputados locales se pongan las pilas en la aprobación de dicha iniciativa y no nos salgan con el cuento de que “Un duende azul” les metió mano para descontextualizarla y volver a hacer el ridículo en el plano nacional, tal y como sucedió con la Ley 3 de 3, en donde nadie supo y nadie lo sabrá, quien desbarató esa iniciativa y que todavía está pendiente de ser aprobada, ¡Que barbaros! O quizás los distrajo mucho el tema de su escandaloso nuevo sueldo, nomás 205 mil pesitos mensuales. Colima exige menos negligencia de los funcionarios que poco o nada hacen por sus representados, y esto es también corrupción.