JUAN CARLOS ONETTI, DE PORTERO DE EDIFICIO A CONNOTADO ESCRITOR

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    Juan Carlos Onetti nació el 1 de julio de 1909, en Montevideo, Uruguay. Su padre Carlos Onetti fue funcionario de aduana y su madre era descendiente de brasileños. Tuvo dos hermanos, Raúl y Raquel.

    De acuerdo con una biografía publicada en línea por “clubcultura.com”, cuando cursaba el tercer año de secundaria, abandonó sus estudios debido a una huelga general y a partir de entonces comenzó a trabajar en diferentes sitios, como portero, funcionario de la Empresa Guerin, y vigilante, entre otros.

    Participó algunos meses en la revista “La tijera”, entre 1928 y 1929, publicación organizada por un grupo de jóvenes de Villa Colón, ciudad del norte de Montevideo.

    En 1930, contrajo matrimonio con su prima María Amalia Onetti, con quien viajó a Buenos Aires donde residieron definitivamente. Durante esta época publicó algunas críticas cinematográficas.

    Para 1932, escribió su primera versión de la novela “El pozo”, la cual se extravió de forma incierta, pero más tarde fue retomada. Escribió el cuento “Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo”, publicado en 1933, el cual fue recopilado en volumen hasta 1974. Regresó a Montevideo, luego de la separación con su prima y volvió a casarse con la hermana de su primera esposa.

    Entre 1935 y 1936, el diario “La Nación”, de Buenos Aires, publicó sus cuentos “El obstáculo” y “El posible Baldi”. Onetti también escribió el relató “Los niños en el bosque” y la novela “Tiempo de abrazar”.

     

    En cuanto a su ideología política, puede recordarse que al estallar la Guerra Civil Española, en 1936, e intentó unirse a las brigadas internacionales que apoyaron la República, y también, pretendía viajar a la entonces Unión Soviética.

     

    Ese mismo año, Carlos Quijano, fundador del semanario “Marcha”, publicación uruguaya más prestigiada del siglo, designó a Onetti secretario de redacción, cargo que desempeñó hasta 1941.

    Durante este tiempo publicó semanalmente la columna literaria “La piedra en el charco”. Con diversos seudónimos como “Periquito el Aguador”, “Groucho Marx” y “Pierre Regy” firmó otros artículos literarios, así como cuentos policiacos.

    Fue en 1939 cuando publicó su primera novela “El pozo”, cuya narrativa tiene una transformación profunda, según sus amigos más cercanos.

    Obtuvo el primer premio en el concurso de Cuentos de Marcha, con su relato “Convalecencia”, el cual redactó bajo el seudónimo H.C. Ramos.

    Más tarde regresó a Buenos Aires, donde trabajó como secretario de redacción de las revistas “Ímpetu” y “Vea y Lea”. Poco después publicó su novela “Tierra de nadie”, la cual fue premiada ese mismo año, con el segundo lugar del concurso “Ricardo Güiraldes”.

    Entre otras de sus novelas que destacan se encuentran “Para esta noche”, “Una tumba sin nombre”, “La cara de la desgracia”, entre otras.

    Escribió cuentos como “Bienvenido Bob”, “Nueve de julio”, “Regreso al sur”, “Ejsberg, en la costa”, “La larga historia” que se transformó más tarde en la novela “La cara de la desgracia”.

    Asimismo, escribió “Un sueño realizado y otros cuentos”, con prólogo de Mario Benedetti, “Historia del caballero de la rosa y la virgen encinta que vino de Liliput” y “El infierno tan temido”, entre otros.

    En la poesía también hizo aportaciones literarias, con sus obras “Balada del ausente”, “Y el pan nuestro” y “Querida Litty”.

     

    La novela más importante de Onetti es “La vida breve”, que él mismo consideró como la mejor. Además, escribió la novela corta “Los adioses”, dedicada a la poeta Idea Vilariño (1920-2009).

    Por otra parte, tradujo algunos textos como la novela “This very Earth”, del escritor estadounidense Erskine Caldwell (1903-1987) y “The Comancheros”, de Paul Wellman.

    Recibió diversos premios y reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio Nacional de Literatura y el Premio Rómulo Gallegos de Venezuela. Para 1972, fue elegido como el mejor narrador uruguayo de los últimos 50 años, por medio de una encuesta realizada a 35 escritores y poetas de diversas generaciones.

    Además, de acuerdo con el sitio “sololiteratura.com” obtuvo el segundo lugar en el concurso organizado por la revista “Life”, con su obra “Jacob y el otro”.

    Otra de sus obras más importantes, “El Astillero”, fue traducida al italiano, por lo que recibió el premio a la mejor novela latinoamericana publicada en ese idioma, entre 1971 y 1973. Al mismo tiempo en México comenzó a filmarse una versión de esa novela que no fue concluida.

    Diversas obras también fueron traducidas a idiomas como el francés, inglés, portugués, alemán, ruso, entre otros.

    En 1974, fue arrestado por el régimen militar, por lo que estuvo en prisión algunos meses. Un año después, fue invitado por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, a participar en él, por lo que se estableció en la capital española donde residió hasta su muerte.

    Participó en el Encuentro latinoamericano de Escritores, en un congreso de escritores dedicado a su obra y fungió como jurado del concurso de novelas en México, donde su obra fue publicada por la editorial Aguilar.

    Por su parte, la editorial Alfaguara publicó su última novela “Cuando ya no importe”, en 1993.

    Un año más tarde, el ministerio de Educación y Cultura, la Intendencia Municipal de Montevideo y la revista Cuadernos de Marcha, organizaron un homenaje a Onetti a través de diversas jornadas de literatura, en la Facultad de Humanidades y Ciencias.

    Un mes después, Juan Carlos Onetti, luego de varios años de enfermedad, murió en Madrid, España, el 30 de mayo de 1994.

    Fuente: EL INFORMADOR