Ineficiencia y complicidad de directivos de salud para romper el cerco de contagio por coronavirus

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Por: Ángel Durán.

Ya casi cumplimos dos años, de que los brotes de COVID-19 se empezaron a dar en el viejo continente y casi año y medio en el que aquí en Colima se paralizara la economía y, hasta la fecha, las autoridades del sector salud, no han podido enseñar a romper los cercos epidemiológicos de este virus.

La causa, es incapacidad total de quienes manejan este sector y aunque tiene que ver, cómo se está manejando todo el Estado, pero ahora el único bastión que combate la propagación del coronavirus, se supone que debería de ser el sector salud y me refiero a este sector, a quienes lo dirigen y no a quienes hacen lo que pueden y con lo que tienen, aun a costa del riesgo a su salud, que integran todo el cuerpo médico de todas las instituciones públicas de salud, que eso sí son los verdaderos combatientes de esta pandemia y la única barrera, entre quienes dirigen el sector salud y quienes  irresponsablemente dentro de las instituciones públicas y las que no son del sector salud, sino todas las oficinas de gobierno estatal, que aunque están obligados a respetar los protocolos de cuidado, no lo hacen; en primer lugar porque no lo conocen y no lo quieren estudiar y en segundo lugar, porque no hay una cultura de la prevención y como consecuencia, el virus crece y se fortalece el número de contagios.

Las autoridades que dirigen el sector salud tendrían que tener estricto cuidado, supervisión e inspección en todas las instituciones públicas del Estado de Colima, vigilar que se respeten los protocolos, ser estrictos y obligar a las instituciones públicas a que manden a cuarentena, cuando hay brotes de contagio al interior, ya se tendrán modalidades de actividad a los aislados como, trabajo en casa, pero finalmente, el aislamiento y la cuarentena es el mejor método para romper el cerco epidemiológico cuando hay algún contagio en instituciones; es la única forma de cómo evitar que se propague el virus; pero no lo hacen.

Dentro de las instituciones públicas se observa, cómo los servidores públicos llegan a su área de trabajo con cubrebocas, pero al interior se los quitan, se juntan, se reúnen para charlas, desayunos, convivios, festejos de cumpleaños, en mesas de café, sin ninguna protección; eso sí, cuando se toman la foto, todos aparecen con el cubrebocas, esta es una de las culturas que tenemos que cambiar.

Romper el cerco de contagio, es importante aprender hacerlo; desde el momento en que el encargado del personal de una institución pública, se da cuenta, que un integrante de la institución es sospechoso, tiene que ser apartado y pedirle sus exámenes de corroboración y si por alguna razón sale positivo, quienes conviven con la persona contagiada, tienen que resguardarse en su domicilios y entrar en cuarentena, informar de inmediato, con quien tuvo contacto y éstos a su vez, hacer lo mismo; de lo que se trata es, emitir la voz de alerta de dichos contactos, incluyendo familiares y amistades cercanas, con las que se haya convivido para que todos tomen su precaución y se resguarden cuando menos 15 días; si eso hacemos difícilmente el virus se propagaría.

Quizá quien vaya a leer este artículo dirá; es que eso, es lo correcto, pero es una utopía; la respuesta podría decir, tienes toda la razón, pero por algo se empieza, lo primero es, darnos cuenta del error social, de no tener esa cultura de la prevención, ignorar incluso, ¡qué así debe de ser! y lo peor, es contar en una institución con encargados del personal, que no sean responsables de cuidar esta obligación sanitaria, esto sí es un riesgo.

El responsable del personal de una institución pública, tiene que ser una persona sensible al cuidado de la salud de todos y todas las que ahí trabajan, debe conocer el protocolo y debe de saber qué hacer para que en su campo de trabajo no sea un factor de contagio, quien no conozca esta función, no puede ser un jefe de personal de una institución pública, porque pone en peligro la salud de quiénes ahí trabajan y de la propia sociedad

Ojalá y se hiciera conciencia y empezáramos a trabajar en una cultura de la prevención, del conocimiento y de la sensibilidad por contar con instituciones públicas libres de factor de contagio y que las instituciones de salud inspeccionen, vigilen y sanciones a las instituciones públicas que no cumplan con los protocolos sanitarios para detener el contagio de coronavirus.

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