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México.- Tus hábitos cotidianos definen quién eres, así que prácticamente eres lo que haces. En palabras de Winston Churchill: “El éxito no es final, el fracaso no es fatal. Es la valentía de continuar lo que cuenta.”
Si alguna vez has fallado en el pasado (como todos), pero nunca te rendiste, eres mucho más fuerte de lo que imaginas. Y si recientemente fracasaste y consideras darte por vencida, no lo hagas… la valentía recae en el esfuerzo que hagas para seguir adelante.
- No planear: Tienes mayores posibilidades de tener éxito si lo planeas por adelantado. Y no necesita ser perfecto, después de todo el mundo no apremia a los perfeccionistas, apremia a quienes terminan su trabajo. En cambio, esos planes deben ser específicos, cuantificables y realistas con tu tiempo y esfuerzo.
- Miedo a intentarlo: Pierdes el 100% de los intentos que no haces. Realmente sólo puedes progresar si te atreves a dar el siguiente paso. Y es súper difícil, pero si no empiezas a enfrentar esos miedos hoy, la verdad es que nunca lo harás. Sin importar qué tantos errores cometas, o que tan lento sea tu progreso, estarás siempre un paso adelante de los que ni siquiera lo están intentando.
- Rendirte muy rápido: ¿Qué tan persistente eres con respecto a tus sueños y objetivos? Uno de los secretos más importantes del éxito recae en aprender a conquistar las dudas. Muchos se dan por vencidos rápidamente, pero los exitosos son perseverantes y nunca se rinden a menos que no tengan otra opción.
- No creer en lo que haces: Si no crees en lo que haces, terminarás dándote por vencido. Y si no tienes razón alguna para creer que puedes lograrlo, no podrás esforzarte lo suficiente. Tu inconsciente jugará un rol muy importante en el trabajo de tu vida, y si no le echas ganas, la verdad es que nunca llegarás a nada.
- Ponerte excusas siempre: Siempre habrá una razón para hacer las cosas. La mayoría constantemente está explicando por qué no puede, o por qué no quiere, pero las excusas son sólo una forma de decir: “No tengo el control”. Pero ¿qué crees? Que sí tienes el control de tus acciones y decisiones, y sería hora de que empezaras a tomarlo, ¿no crees?
Fuente: EME DE MUJER