El Discurso de Colosio más vivo que nunca para quienes buscan la alternancia en Colima…

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

 Ayer se cumplieron 27 años del atroz asesinato de Luis Donaldo Colosio, que representaba una transformación de fondo en el sistema político nacional, pues era el candidato del Partido del sistema que gobernaba el país en ése entonces, pero con el discurso más antisistema que cimbrara al país. 

Yo recuerdo ese momento tan triste como si fuera ayer, tenía 16 años, fue un evento que acaparó la atención de todo el país y que se lamentó profundamente en mi familia, desde ahí mi madre apoyó a la izquierda. 

La historia oficial nos habla de Mario Aburto como un asesino solitario. Pero hay otra versión que nos dice que Colosio Murrieta fue víctima de un crimen de Estado, por brincarse las trancas del poder y subir de nivel su discurso.

A 26 años, permanecen en mi memoria algunos extractos del discurso que pronunció Colosio el seis de marzo de 1994 en el Monumento a la Revolución. 

Muchos mexicanos, seguimos en la teoría que el discurso fue su lápida:

 ¡No queremos ni concesiones al margen de los votos ni votos al margen de la ley!

“No pretendamos sustituir las responsabilidades del gobierno, pero tampoco pretendamos que el gobierno desempeñe las funciones que sólo a nosotros, como partido, nos corresponde desempeñar.

“Hoy estamos ante una auténtica competencia. El gobierno no nos dará el triunfo: El triunfo vendrá de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo, de nuestra dedicación.

“¡México no quiere aventuras políticas!, ¡México no quiere saltos al vacío!, ¡México no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces!, ¡México quiere democracia pero rechaza su perversión: La demagogia!

“Sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder, que da lugar a decisiones equivocadas, al monopolio de iniciativas, a los abusos, a los excesos.

“Yo veo un México de comunidades indígenas que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso; de comunidades indígenas que tienen la gran fortaleza de su cohesión, de su cultura y de que están dispuestas a creer, a participar, a construir nuevos horizontes.

“Yo veo un México de campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen. He visto un campo empobrecido, endeudado, pero también he visto un campo con capacidad de reaccionar, de rendir frutos si se establecen y se arraigan los incentivos adecuados.

“Yo veo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan; pero también veo un México de trabajadores que se han sumado decididamente al esfuerzo productivo, y a los que hay que responderles con puestos de trabajo, con adiestramiento, con capacitación y con mejores salarios.

“Yo veo un México de jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo, que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y preparación. Jóvenes que muchas veces se ven orillados a la delincuencia, a la drogadicción; pero también veo jóvenes que cuando cuentan con los apoyos, que cuando cuentan con las oportunidades que demandan, participan con su energía de manera decisiva en el progreso de la Nación.

“Yo veo un México de mujeres que aún no cuentan con las oportunidades que les pertenecen; mujeres con una gran capacidad para enriquecer nuestra vida económica, política y social. Mujeres en suma que reclaman una participación más plena, más justa, en el México de nuestros días.

“Yo veo un México de empresarios, de la pequeña y la mediana empresa, a veces desalentados por el burocratismo, por el mar de trámites, por la discrecionalidad en las autoridades. Son gente creativa y entregada, dispuesta al trabajo, dispuesta a arriesgar, que quieren oportunidades y que demandan una economía que les ofrezca condiciones más favorables.

“Yo veo un México de maestras y de maestros, de universitarios, de investigadores, que piden reconocimiento a su vida profesional, que piden la elevación de sus ingresos y condiciones más favorables para el rendimiento de sus frutos académicos; técnicos que buscan las oportunidades para aportar su mejor esfuerzo.

“Yo veo un México con hambre y sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.

“Veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que merecen mejores servicios y gobiernos que les cumplan. Ciudadanos que aún no tienen fincada en el futuro la derrota; son ciudadanos que tienen esperanza y que están dispuestos a sumar su esfuerzo para alcanzar el progreso.

“Yo veo un México convencido de que ésta es la hora de las respuestas; un México que exige soluciones. Los problemas que enfrentamos los podemos superar”(…) 

Han transcurrido 26 años de distancia, y no tengo ninguna duda de que la bala que mató a Luis Donaldo Colosio fue la misma bala que empezó a definir el final de una forma de hacer política, de hacer elecciones, de trabajar para la gente y sin duda, definió la era política moderna de nuestro país.

Cuanta sabiduría había en el discurso de Colosio, hoy su hijo Luis Donaldo Colosio Rojas, ese niño que le arrebararan a su padre, es un joven político que afirma  “No pretendo envenenarme el alma con teorías que pueden o no corresponder a la verdad”, esto lo dijo en su visita por primera vez a Lomas Taurinas, un barrio de Tijuana donde asesinaron a su padre en 1994, cuando era candidato del PRI a la presidencia de México.

Sin embargo, sus actos, sus decisiones, nos dieron señales claras de lo que busca, la alternancia en el poder en Nuevo León. 

Hoy está más vivo que nunca el discurso de Luis Donaldo Colosio Murrieta en todos los partidos políticos, candidatos y candidatas que buscan la alternancia, y en Colima, lo estamos viendo en este proceso electoral, donde Morena, Partido Verde Ecologista de México, Fuerza por México, Partido del Trabajo quieres sacar al PRI de casa de gobierno y buscar ganar el mayor número de ayuntamientos, diputaciones locales y federales, en una elección compleja, la más cometida en la historia del estado de Colima. 

Al tiempo.