ANÁLISIS

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Miguel de la Madrid: Un hombre a la altura de su circunstancia

Por: Luis Ávila Aguilar

Miguel de la Madrid Hurtado fue un hombre que estuvo a la altura de su tiempo y circunstancia; le tocó conducir los destinos del país en momentos difíciles, de una profunda crisis económica en México y  que enfrentó con talento, aun con lo polémico que resultó su administración para algunos de sus detractores.

Al colimense, expresidente de la república, le correspondió gobernar al  país, en el sexenio 1982-1988, recibió del presidente José López Portillo, una economía sumida en una profunda crisis, con la  devaluación de la moneda, fuga de capitales, crisis en los precios internacionales del petróleo, especulación financiera que ocasionó la demanda excesiva  de moneda  extranjera de parte de los grandes capitales transnacionales y nacionales para sacarlos del  país.

De la Madrid es considerado el padre del neoliberalismo en México, ya que fue quién introdujo el modelo privatizador de la economía con la venta, fusión y desaparición en su caso, de paraestatales importantes, privatización del sistema bancario, adelgazamiento del estado a través del programa “Retiro voluntario” y negociación de la deuda externa que para aquellos años, asfixiaba la economía nacional.

Independientemente de mi coincidencia o no con el modelo económico neoliberal, del cual no estoy de acuerdo, debo reconocer que en su momento permitió sacar adelante al país con la implementación de las reformas promovidas por el expresidente; sumado a lo anterior, enfrentó la profunda desestabilización tanto en lo económico como en lo social, derivado del fatal sismo de 1985, que devastó la ciudad de México.

Sin embargo, de la Madrid Hurtado, fuera de la conclusión que se pudiera obtener de su gobierno en el plano nacional, con la aplicación de este modelo neoliberal, no se olvidó de Colima, su estado natal, pues impulsó con acciones, obras e inversiones el desarrollo de la entidad, a través del “Plan Colima”, pues nos colocó en el ámbito nacional.

Obras como el aeropuerto nacional, Buenavista, la carretera cuatro carriles Manzanillo-Colima, la modernización del Puerto de Manzanillo, la construcción de la presa Trojes, entre otras más acciones,  dan testimonio de su aprecio y afecto a su tierra natal Colima.

Por lo anterior, justo el reconocimiento efectuado por el Gobierno de Estado, a este insigne colimense, bien merecido, en su segundo año luctuoso.