AMLO: NUEVO FRENTE (México, Enfermo y Dividido)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Como si no tuviera que atender un sinfín de asuntos críticos, el presidente López Obrador la emprendió el domingo pasado contra los profesionales de la medicina y la salud porque según él  vivieron felices durante una época neoliberal caracterizada por el mercantilismo en el ejercicio de la profesión. No fueron expresiones  espontáneas, sino que con el sarcasmo que acostumbra citó que los médicos, en ese período, antes que preguntar cómo se sentían  los pacientes, inquirían cuánto tenían  en bienes.

Es obvio que estas declaraciones, además de causar estupor por el momento que vivimos, originaron protestas porque se tomaron como una auténtica grosería del presidente quien, sin embargo, rectificó después para decir que sacaron de contexto lo que dijo. Sin embargo, ahí están las grabaciones de las mañaneras. Nadie inventó nada.

Sin duda, el gremio médico es un componente esencial en el sistema de salud, su participación es muy valiosa  siempre y más en estos momentos  en que muchos arriesgan su vida. Por ello, les  cayó como un balde agua helada la crítica mordaz de Amlo quien, al mismo tiempo que pide cooperación a diversos sectores, al momento menos pensado los critica duramente. Esta no es la forma de unir a la república.  En  los países donde se sufre la pandemia, los médicos son considerados casi héroes por su dedicación y sentido de responsabilidad en la lucha por las  vidas humanas, al igual que otros trabajadores de la salud  que les acompañan en esa tarea. A ningún dirigente de un país seguro que no le pasa por la cabeza lanzar puyas   hirientes hacia los profesionales de la medicina porque son un gremio respetable, con sus excepciones, claro está.

Las críticas al presidente fueron bastantes por parte de un gran número  de organizaciones médicas que le pidieron al menos respeto. Jorge Rojas Serrano, del INER ( Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias)  dijo que los doctores siempre han estado comprometidos con la atención de los mexicanos al punto que muchos de ellos han cancelado sus consultas privadas a favor de trabajar en el sector público, “lo cual los priva de un ingreso económico importante y los pone en riesgo de adquirir el coronavirus”. Dijo que incluso muchos de sus colegas han efectuado gastos económicos para comprar insumos y material para que las personas puedan recibir los cuidados médicos que necesitan. Y además, para protegerse ellos mismos. Si  no se protegieran por su cuenta, los decesos serían más de los 111 que van al día once de la semana actual. 

“Como los políticos creen que pueden declarar cualquier cosa”, pidió a las personas en el servicio público que se dediquen a apoyar desde su trinchera y no a informar mal a la ciudadanía o a fomentar agresiones contra médicos, enfermeras, camilleros y personal en el sector salud, porque son cientos las agresiones que han sufrido desde el inicio de la pandemia.

Estos momentos deben ser de unidad. Ciertamente, no solo en la época dizque neoliberal sino en la actualidad, muchos profesionales de la medicina a la vez que curan y salvan vidas, se han ido muy arriba en el cobro de sus emolumentos y no son pocos los que han logrado un patrimonio considerable. Como cualesquiera otros profesionistas, se han esmerado en el estudio y consideran que han de ganar bien por sus servicios y que merecen una vida halagüeña, sin sobresaltos económicos.

Quizás esta crítica, precisa pero suave, pudo haber sido usada por Amlo para no denigrar a los médicos que sí respetan el mandamiento hipocrático de hacer por la vida. Es incorrecto que a ellos se les critique por llevar la vida cómoda si se la han ganado con trabajo honrado.

México necesita el ingrediente de bondad en el ejercicio público por parte de quienes están al frente del gobierno.  No se puede gobernar en la democracia y en el respeto por los derechos humanos enfrentando casi todos los días a quienes disienten de  las políticas oficiales o son calificados peyorativamente como neoliberales, conservadores o fifís. México está dividido. México está enfermo.